Las supernovas son fábricas de polvo que emiten al medio interestelar. Aunque se pensaba que era destruido por las ondas de choque, un estudio en el que participan investigadores de varios países sugiere que grandes huellas de ese polvo enriquecen el medio interestelar. En el estudio participan investigadores de la Academia de Ciencias de la República Checa, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), informó ayer el IAC.

Con esta investigación, que forma parte del proyecto de movilidad de personal investigador Erasmus +, los investigadores demuestran que las supernovas pueden dejar grandes huellas de polvo en sus entornos y proponen un modelo que explica cómo pueden contener tanto polvo las galaxias del Universo temprano.

Los resultados han sido publicados en la revista "The Astrophysical Journal" y se han obtenido realizando simulaciones hidrodinámicas con el superordenador Salomon de la República Checa, uno de los más potentes del mundo. Las simulaciones incorporan un mecanismo no considerado hasta ahora, para generar parte del polvo que se ve en las galaxias, y que puede haberse producido en episodios violentos de formación de estrella.

Incluso las galaxias del Universo temprano muestran evidencias de estar muy enriquecidas con polvo en un momento en que otras fuentes, como las estrellas viejas, todavía no han comenzado a producirlo.