Una mujer senegalesa de 42 años y vecina de Monzón (Huesca) fue asesinada ayer en su domicilio, en el que se encontraban sus dos hijos, al parecer por su expareja, que fue detenido, según fuentes de la Delegación de Gobierno en Aragón.

La mujer, Rokhaya D., recibió un ataque con un arma blanca en su domicilio y en presencia de sus dos hijos presuntamente por el padre de los mismos y expareja sentimental, también de origen senegalés y vecino de la localidad oscense de Binéfar.

Esta última víctima eleva a 45 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de 2018, un año en el que 37 menores han quedado huérfanos, y su muerte coincidió con la conmemoración ayer del Día Internacional contra la Violencia sobre la Mujer.

El Ayuntamiento de Monzón, donde se produjo este crimen machista, decretó tres días de luto y convocó una concentración de repulsa a las 19:00 horas en la plaza Mayor.

El Gobierno de Aragón condenó en un comunicado el asesinato. La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Natalia Salvo, expresó su repulsa a este asesinato y a la violencia contra las mujeres que calificó como "el problema más grave" que tiene la sociedad en estos momentos. Añadió que la violencia de género "nos lastra como sociedad y lastra la democracia".