Una española y dos bomberos parisinos fallecieron ayer tras una explosión de gas ocurrida en una panadería en el centro de París, que también causó decenas de heridos, entre ellos, otros dos españoles.

La fallecida, Laura Sanz, era una joven de 36 años que había ido a pasar el fin de semana a la capital francesa y que, aunque residía en Burguillos (Toledo), trabajaba como cajera en un supermercado de la capital toledana, donde era "muy querida" por los clientes por ser "muy amable y dispuesta".

Así lo relataba una vecina del barrio de Santa Bárbara, donde se ubica el supermercado La Despensa, donde la víctima trabajaba desde hace años y donde también se encuentra el colegio de educación infantil y primaria, Ciudad de Aquisgrán, en el que estudian sus tres hijos.

"Era muy agradable y atenta", comentó esta vecina, quien se declaró "conmocionada" por la noticia, porque "era una chica que se hacía querer por su carácter afable y porque siempre estaba dispuesta a atenderte".

Y dijo que "la pena es aún mayor pensando que deja a tres niños huérfanos"ya que, además de en el supermercado, coincidía con ella a la entrada y la salida del colegio al que también van sus hijos.

La trágica noticia causó consternación en la ciudad de Toledo, cuya alcaldesa, Milagros Tolón, afirmó en su cuenta personal de Twitter estar profundasmente "consternada por la terrible noticia que hemos recibido por el fallecimiento de una toledana en la explosión en el centro de París".