Rosy Mesa viajó por primera vez a Senegal un día de 2011 con una ONG de La Orotava (Sol y Luna 4x4), donde esta funcionaria trabaja y reside, aunque nació en Güímar. Confiesa que "me enganché" y ha vuelto "más de doce veces". Pero ya no es Rosy, al menos allí, porque ahora se llama Maman África, como la conocen todos.

La Asociación Maman África Humanitaria colabora con Senegal desde 2012, pero, afirma Mesa, "estamos registrados desde 2014. Somos un colectivo pequeño, familiar y humilde que llevamos allí material deportivo, escolar y sanitario". Apostilla: "En 2015 inauguramos un puesto de salud que da una atención sanitaria primaria y en 2016 atendió ya a casi 3.000 pacientes entre niños y adultos". Por otro lado, especifica, "repartimos 400 kits escolares en tres colegios y material sanitario a cuatro puestos de salud".

Además, "patrocinamos una unidad de prematuros en un hospital en Dakar que ha visto cómo desde 2012 hasta hoy su equipamiento ha mejorado muchísimo contribuyendo a disminuir la mortalidad en los prematuros".

Maman África la componen "unos 25 voluntarios, con una formación multidisciplinar porque hay gente de todas las profesiones que vamos una vez al año a Senegal. Cada uno se costea su viaje. Tenemos gente allí pero evitamos los intermediarios. Las entregas las hacemos uno a uno y dejamos todo lo que llevamos desde aquí".

El puesto de salud se ubica "en una localidad a 500 kilómetros al norte de Dakar, la capital. Ahora tenemos como más inminente el proyecto de construir una sala de partos anexa al puesto de salud".

Pero el sueño y la ambición de Rosy pasan por poder adquirir "una Casa de Escucha en la ciudad de San Luis, antigua capital y puerto de salida de cayucos, para acoger a parte de los 15.000 niños talibés, mendigos y marginados en las escuelas coránicas, las daras". Añade que "muchas veces ni siquiera sus familias saben en qué condiciones viven. Son explotados y obligados a mendigar doce horas por las calles para entregar luego el dinero recaudado".

Cuenta Maman África que "el año pasado estuvimos a punto de comprar una casa que hubiera sido ideal. Costaba 25.000 euros pero el dueño al final se echó atrás y la vendió a otro después de pactar una entrega del dinero en dos plazos y obtener parte de esa cantidad gracias a un acto solidario que celebramos en Güímar. Pero no nos rendimos y vamos a seguir luchando por conseguirlo para poder ofrecer a estos niños aseo y atención sanitaria. Además de escuchar sus duras experiencias, orientarles, asesorarles...".

Rosy Mesa (aquí) o sea Maman África (allí) concluyó dando gracias "a quienes nos ayudan y colaboran con sus donaciones, caso de Calzados RKS o instituciones como el Cabildo y los Ayuntamientos de La Orotava y Güímar". Para este último un recuerdo y el agradecimiento de nuevo "por darnos la mitad (la otra fue a un colectivo contra el cáncer) de lo recaudado por el reciente espectáculo de Jorge Javier Vázquez".