Ellas han dado el paso. Nació como un grupo en una app de mensajería para acudir con otras profesionales a festivales de tecnología. En el encuentro de programadores más popular en las islas, CanariasJS, con cientos de asistentes, "solo había tres mujeres y una ponente", destaca Yodra López, cofundadora de la comunidad AdaLoveDev. Esta comunidad nace para dar visibilidad a las ingenieras, porque "no solo hay ausencia de mujeres entre los asistentes, también entre ponentes", recalca Isabel Aguilar, también cofundadora.

El estudio Mujeres en la Economía Digital en España 2018, elaborado para DigitalES, concluye la necesidad de mejorar las "vocaciones tecnológicas", sin olvidar la necesidad de reducir los estereotipos de género, una gran barrera social que empieza a unas edades muy tempranas. "Es habitual en los talleres de programación para niños de 8 a 10 años que sea el chico quien controla el ordenador mientras ellas miran, o como mucho opinan. Así que les obligamos a que se turnen", indica Alexandra Rivero, cofundadora de la comunidad. Aunque algunos equipos de niñas destaquen y adelanten al resto, responden "no es para mí", al preguntarles si ven programar su profesión en el futuro, a pesar de estar "emocionadas y disfrutar mucho", afirma Rivero.

El "síndrome del impostor" consiste en creer que uno no es merecedor de los éxitos que ha conseguido y es uno de los retos a los que se tienen que enfrentar. En algunas ocasiones no se sienten "identificadas", más bien "alejadas" de la postura de algunos referentes masculinos. Al mismo tiempo trabajan con la presión continua de "buscar la excelencia" porque al ser una mujer entre hombres, su trabajo destacará, quieran o no, en un ámbito en el que "ellos" han sido tradicionalmente los "cracks". Una realidad que contrasta con su aspiración de ser reconocidas solo por su trabajo.

La acogida de estas comunidades ha sido muy positiva. Más de sesenta ingenieras se sumaron a los pocos días de nacer y ya ha servido para compartir experiencias y servir de punto de encuentro para descubrir que los problemas laborales "se replican" y su situación individual no es un "caso excepcional" por ser mujer. Los organizadores de eventos las reclaman.

Saben que cambiar la situación requiere "moverse y no dejar de participar" y así incrementar la visibilidad de las mujeres e inspirar a futuras generaciones. Lo asumen porque quieren romper techos de cristal sin sentirse impostoras y, al mismo tiempo, hacerlo por méritos propios y no por pertenecer a una minoría que se quiere apoyar, las mujeres ingenieras.

Un fenómeno diferenciado en las carreras científicas

El 11 de febrero es el Día Internacional de la niña en la Mujer y la Ciencia. Uno de sus objetivos es reducir el "efecto tijera", ya que a medida que se asciende en puestos jerárquicos la presencia de ellas se reduce drásticamente.

El porcentaje en ciencias de la salud de mujeres "supera con mucho el número de hombres, mientras que en las ingenierías, especialmente en Informática, el número es muy escaso", indica Silvia Molero, coordinadora del proyecto Nosotras Hacemos Ciencia en la Universidad de La Laguna. El Día Internacional de las Niñas en las TIC no tiene un día fijo en el calendario, ya que se celebra el cuarto jueves del mes de abril.

Escuche la tertulia con las fundadoras de la comunidad Adalovedev en Conéctate al día.