Dos poderosas fuerzas convergieron ayer en la sede tinerfeña del Conservatorio Profesional de Música de Canarias, en la calle Pedro Suárez de Santa Cruz. Por un lado, los docentes del centro, dispuestos a mostrar lo mejor que tienen. Por otro, los aproximadamente 250 chicos, de entre 6 y 12 años, con 25 profesores de apoyo, que llegaron cargados de expectativas de cuatro centros y desde todos los puntos cardinales de la isla: dos del Norte, uno del Sur y otro del Área Metropolitana, en concreto de La Cuesta (La Laguna). El motivo: las cuatro jornadas de puertas abiertas, hasta el viernes, organizadas por la comunidad educativa.

En la puerta esperaba un grupo de profesores, encabezados por a directora, Cristina Vargas, y Eloísa González, vicedirectora. Y EL DÍA, que vio llegar a los niños con la ilusión de vivir algo nuevo. Los primeros, los 32 del Saint Andrews, de El Sauzal, colegio bilingüe, con sus profesoras Natalie, Andrea y Rachel. Como el resto, con la idea de ver las instalaciones y disfrutar de la música. El mismo objetivo del CEIP Montaña Pelada de El Médano (Granadillla), con 43 críos de 5º de Primaria. Sara, Dulce y Yeli, al frente, decían que en todo el Sur no hay enseñanza musical pública y eso les atraía. O los 86 de 3º y 4º del Narciso Brito, de La Cuesta, impulsados por Sonsoles, jefa de Estudios y profe de Música, además de exalumna (de piano) del Conservatorio. Con ella sus compañeros Juanjo, Samuel, Noemi, María José, Elena y David.

Por último, con "el peso" de un centenar de chicos para llenar el Auditorio Antonio Lecuona, llegó el Nuestra Señora de La Concepción, de La Orotava, con Carolina, Esther, Gregorio, Marian, Toni y Juanio como docentes.

Una vez dentro reinó la música, pero también lo lúdico, el juego. Lo resumió Eloísa, maestra de ceremonias, con una frase: "Que disfruten, lo pasen bien y quieran venir a estudiar al Conservatorio". Es la filosofía de unas jornadas que prevén contar con la presencia de 2.041 niños de Infantil y Primaria y 156 profesores. Del otro lado, el del Conservatorio, 265 alumnos y 25 docentes.

La magia de la música lo llenará todo de nuevo hoy. No para hacer virtuosos, sino mejores personas, a través de la enseñanza de sus valores.

Dos auténticos "conciertazos"

Fernando Argenta y "El conciertazo"" marcaron el camino de la didáctica musical con los pequeños. Ayer tuvieron destacados seguidores de su método. Como Domingo, trombón del quinteto de viento y metal formado por profesores, que completaron Jonay (trompeta), Miguel (trompeta), Guillermo (trompa) y Corvi (tuba). Desde el inicio, con la melodía de la serie televisiva "Dallas", logró la interactuación de los críos. Con juegos como el de los toreros y el pasodoble "El gato montés" de fondo. o el de la silla, que ganó in extremis Aarón, de La Cuesta, entre vítores. Eva Bayo, directora de la Orquesta de cuerda formada por alumnos, lo bordó con los valores de la música: despertar la imaginación, el trabajo en equipo con base en la amistad y las emociones al escuchar. Del "Otoño" de Vivaldi a Tchaikowski pasando por Mozart.