Denuncia problemas de accesibilidad en algunas iglesias del casco de La Laguna

Francisco Afonso es un ciudadano con discapacidad desde su infancia | El rector del Santuario del Cristo considera que las críticas de este feligrés no están justificadas

Francisco Afonso ante el Santuario del Cristo con su silla eléctrica.

Francisco Afonso ante el Santuario del Cristo con su silla eléctrica. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

Un vecino del casco urbano de La Laguna, Francisco Afonso Bello, denuncia los problemas de accesibilidad que existen en diversas iglesias del centro histórico de La Laguna, pues no puede acceder de forma autónoma con su silla de ruedas eléctrica.

Afonso reclama poder acudir a templos como el del Cristo, Santo Domingo o La Concepción, por ejemplo, sin que haya barreras de diferente tipo en las respectivas entradas.

Explica que uno de los edificios donde tiene serias dificultades para acceder es la iglesia del Santuario del Cristo, pues la entrada y salida al mismo se realiza a través de dos puertas laterales, por donde no cabe su scooter eléctrico, aunque supuestamente sí lo pueden hacer sillas de ruedas convencionales.

El cancel

El rector del Cristo, Víctor Álvarez, desmiente categóricamente el planteamiento de Francisco Afonso, pues aclara que cada domingo por la mañana la sacristana está dispuesta a abrir el cancel para facilitar el acceso de dicho ciudadano y tiene el aviso para ello. El único requisito es que el citado vecino llame a esa persona para que le facilite el acceso.

Apunta que lo que no puede ser es que el citado elemento se abra completa y permanentemente, ya que entonces todos los ruidos de la plaza y las calles próximas se oirían en el interior del templo.

Francisco Afonso reside en las proximidades de la Plaza del Cristo y suele acudir a escuchar la eucaristía los domingos a las 10:00 horas.

En la pandemia

Explica que, durante la época de la pandemia, tanto la puerta principal como el cancel permanecían abiertos, con lo que las personas que están en su situación podían acceder sin problemas.

Según señalan tanto Afonso como Víctor Álvarez, la mencionada medida se aplicó para facilitar la ventilación de la iglesia, en función de las exigencias de las autoridades sanitarias en aquel momento para evitar en la medida de lo posible contagios masivos.

Bloqueado

Según manifiesta Francisco Afonso Bello, él no puede depender de que una persona abra o cierre el espacio habilitado para acceder. Apunta que supuestamente en una ocasión, tras la misa, se marchó el resto de fieles y él estuvo esperando casi una hora, hasta que le facilitó a otro ciudadano una muleta para que lograra abrir el ya citado cancel.

Afonso llegó a informar de su demanda al Obispado. De hecho, admite que el propio obispo, Bernardo Álvarez, llegó a hacer gestiones para ver cómo se podía resolver su situación. Sin embargo, la respuesta del prelado fue que la única opción era la que ya le habían expuesto en el Santuario del Cristo.

Para dicho feligrés, esa situación le resulta «violenta» e «incómoda». E insiste en que lo desea es poder entrar al templo del Santísimo Cristo de La Laguna «cuando me apetezca».

En Santo Domingo

Sin embargo, dice que también existe otra barrera en la iglesia de Santo Domingo, pues, a pesar de que hay una rampa de acceso, después un travesaño de madera en el suelo impide el paso de su silla eléctrica.

Afonso Bello sufre una discapacidad motora desde que era un niño de corta edad y algo que detesta es «que me tengan compasión». Por eso pide que se adopten las medidas de accesibilidad necesarias.

El único

Víctor Álvarez señala que las actuales puertas laterales del cancel permiten el paso de las sillas de ruedas convencionales, pero no las eléctricas como las de Afonso. Y comenta que él es la única persona que tiene esa dificultad de acceso.

Según el rector del Santuario del Cristo, desde hace unos dos años se eliminaron todas las barreras de entrada al templo, tanto en el espacio que existe entre la iglesia y la plaza, como con los travesaños de la parte baja de las puertas del cancel.

Actividades

Sin embargo, recalca que el cancel no puede permanecer abierto en su totalidad durante todo el tiempo, puesto que es el elemento que permite garantizar el aislamiento respecto a los ruidos del exterior y en un enclave donde suele haber numerosas actividades a lo largo del año.

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