El cadáver de la joven Isabel Canino Rivero, que se encontraba desaparecida desde el 20 de marzo, fue encontrado ayer en el interior de una fosa séptica de una vivienda propiedad del principal sospechoso, Salvador A.M.M., situada en el número 80 del camino de La Hornera, en el municipio de La Laguna.

Salvador, su ex pareja sentimental, fue detenido a primeras horas de la tarde como principal y único acusado por el momento de la muerte violenta de la conductora de Titsa. Según fuentes policiales, el caso, que se encuentra bajo secreto de sumario, ha quedado esclarecido, aunque los investigadores seguirán recogiendo indicios para conocer cómo pudieron suceder los hechos. Por otro lado, y según fuentes familiares, no se descarta que hubiera otros implicados como colaboradores del autor.

A las 22:45 horas, el furgón fúnebre aún no había abandonado la calle donde se produjo el hallazgo, que también seguía acordonada para facilitar la labor de los miembros de las fuerzas de seguridad. El hallazgo fue posible gracias a la investigación desarrollada por el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife.

Y estuvo el sospechoso.- Los trabajos para encontrar el cuerpo sin vida comenzaron a mediodía de ayer en uno de los patios del edificio. Las tareas fueron presenciadas por el acusado de la muerte de Isabel Canino, que se hallaba junto a su esposa, y dos hijas del matrimonio. Al parecer, el detenido se comportó con gran tranquilidad durante los primeros momentos, y según uno de los testigos, observaba los trabajos apoyado en una pared.

En el reconocimiento del cuerpo participaron familiares de la infortunada, algunos de los cuales se concentraron a una veintena de metros de la vivienda, mostrando gran consternación tras lo ocurrido.

El dolor marcó, sin duda, la tarde de ayer en la isla de Tenerife. Cada vez eran más los familiares que se trasladaban hasta el lugar donde se encontró el cuerpo. Fue una tarde dura y tremendamente triste. Llegó el final, aunque algunos familiares ya lo esperaban de esta manera.

"Siempre sospeché de él".- Eladia, su hermana, recibió la noticia a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. EL DÍA, poco tiempo después, se puso en contacto con esta mujer que, durante todas estas semanas, ha estado luchando de forma incesante desde que desapareció su única hermana. Recordó que siempre había mantenido sus sospechas sobre la ex pareja de Isabel, ya que, y según dijo, "esa persona siempre estuvo obsesionada con ella. Tenía muy claro que si no era para él, no era para nadie". Eladia indicó, además, que esa casa había sido registrada, pero que la Policía no llegó a encontrar nada. Aparentemente con fuerzas, manifestó que estaban impacientes por encontrarla, y reconoció el hecho de que esperaban hallarla muerta. "Ahora pido que la Justicia actúe con contundencia hasta el fondo. Alguien tiene que pagar por todo esto", reclamó. En este sentido, dejó muy claro que no pararán hasta llevar al supuesto asesino hasta prisión, y en un momento determinado de su relato, no pudo evitar sus lloros. "Intentaremos hacer una nueva vida, aunque será difícil, porque era mi única hermana", dijo.

Los vecinos de El Sobradillo, barrio en el que residía Isabel, acogieron la noticia como un auténtico jarro de agua fría. Durante los últimos meses, casi todos ellos, a través de la asociación de vecinos 7 Islas, habían estado arropando y animando a la familia. Y es que, como es sabido, Eladia Canino solía visitar la asociación vecinal con cierta frecuencia.

El presidente de este colectivo, Moisés Barreto, indicó ayer a este periódico que la gente en el barrio se encuentra "destrozada, alterada y llorando". Asegura que no esperaban que llegase la trágica noticia, "pues no queríamos ni pensarlo", añadió. Finalmente, y después de tantos y tantos días de búsqueda, dolor y lucha, la Policía ha hallado el cuerpo sin vida de la trabajadora de la empresa de transportes de Titsa.

Testigo

"El baño olía demasiado mal"

Soraya Rodríguez es estudiante universitaria e inquilina hasta ahora del edificio propiedad de Salvador donde se halló el cadáver. Empezó a vivir en dicha casa por el mes de octubre y ya entonces su baño olía un poco mal. Sin embargo, tras la desaparición de Isabel Canino, los olores fueron aún muchísimo más desagradables. A pesar de que el comportamiento de Salvador era afable, el excesivo hedor llevó a la madre de Soraya a afirmar que el cuerpo de Isabel se hallaba en el pozo.