Las autoridades de Filipinas elevaron hoy a 42 la cifra de muertos por las inundaciones que han afectado en las últimas dos semanas a casi un millón de personas en el este y sur del archipiélago, informaron fuentes oficiales.

Benito Ramos, director del Centro Nacional de Coordinación de Desastres, afirmó que la mayor parte de los víctimas -incluidos menores- perecieron ahogados o sepultados por aludes de tierra, y cinco personas continúan desaparecidas.

Los aguaceros y corrimientos de tierra han desplazado a 400.000 residentes y generado daños económicos por valor de mil millones de pesos (17,3 millones de euros, 19,5 millones de dólares) en cultivos e infraestructuras.

Ramos apuntó que la tercera parte de las provincias de Filipinas se ha visto afectada por las lluvias, que han destrozado viviendas, puentes y carreteras y echado a perder algunas cosechas de arroz y maíz.

Desde que las trombas de agua comenzaron poco antes de la Navidad, les regiones más devastadas han sido el norte de la isla de Mindanao, el este de las Visayas y Bicol en la punta oriental de Luzón.

Un frente de aire frío proveniente del Pacífico propició la llegada de las lluvias en el este y sur de Filipinas, pese a que ahora es plena época seca.

Según los meteorólogos, el fenómeno fue provocado por un cambio en las corrientes de los vientos.