Agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos al Grupo Operativo de Seguridad Privada de la Comisaría Local Sur de Tenerife (GOSP), ha desarticulado una trama de intrusismo en materia de seguridad privada en una operación que es la primera de este tipo en España.

La investigación, según ha informado el Cuerpo, se inició a raíz de varias denuncias y se pudo determinar que la red creaba diversas empresas, ofertando servicios de seguridad a multitud de hoteles y establecimientos turísticos y comerciales del sur de Tenerife sin estar autorizados para ello.

Al parecer, aprovechaban el hecho de que los citados establecimientos hoteleros desconocían la legislación vigente en materia de Seguridad Privada y presentaban fotocopias de documentación original falsificada. Gracias a ello conseguían los contratos bajo la supuesta apariencia de empresa legal.

Según detalla la Policía, la red ofertaba los servicios a un coste muy inferior al del mercado, llegando éste a ser casi un 75 por ciento inferior al ofrecido por las empresas de seguridad habilitadas por el Ministerio del Interior. Las personas que realizaban estas funciones carecían de la titulación oficial correspondiente.

Durante la operación se detuvo al líder de la organización, un empresario (R.G.E.M.) al que se le imputan delitos de intrusismo, falsificación de documento privado, amenazas, estafa, asociación ilícita, insolvencias punibles y delito contra los derechos de los trabajadores. Asimismo el resto de personas de la red están acusados de asociación ilícita, ya que ejercían como testaferros en las diferentes empresas.

De igual forma está imputado el arquitecto financiero, que ofertaba una "imagen" de legalidad frente a la actuación inspectora de la Administración.

Los agentes han intervenido diversos vehículos y clausurado inmuebles y empresas.

El empresario contrataba a ciudadanos cubanos, los cuales carecían de la titulación necesaria para realizar funciones de Seguridad. Éstos eran aleccionados por R.G.E.M., el cual les pagaba salarios muy inferiores a los estipulados para los vigilantes de Seguridad, llegando incluso al impago en varias ocasiones y compeliéndoles a trabajar en turnos de doce horas diarias.

COMPETENCIA DESLEAL

A su vez R.G.E.M. ofertaba a los establecimientos hoteleros un servicio de transporte de dinero, que movía entre 100.000 y 200.000 euros semanales y era realizado en vehículos sin distintivos ni medida alguna de seguridad. Esto propiciaba a su vez una competencia desleal con las empresas y los vigilantes debidamente capacitados, los cuales se veían abocados a la ruina y el paro.

La operativa del grupo empresarial estaba dispuesta de tal forma que, para evitar pagar las continuas sanciones de índole administrativo que eran impuestas a las empresas, R.G.E.M. procedía al cierre de éstas dándolas de baja en el registro mercantil y pasando tanto a los trabajadores como a los medios materiales a una nueva empresa, con lo cual la actuación inspectora de la administración se tornaba fútil. Se llegaron a identificar hasta siete empresas distintas.

BENEFICIOS ASTRONÓMICOS

Esta operativa se repetía de forma continua, con lo que los beneficios se tornaban astronómicos, siendo invertidos en la creación de negocios "limpios", como restaurantes y cafeterías, donde "lavaban" el dinero proveniente del delito de intrusismo en materia de seguridad privada.

Junto al Grupo Operativo de Seguridad Privada de la Comisaría Sur de Tenerife, han colaborado en la investigación, la Inspección de Trabajo de Santa Cruz de Tenerife y el colectivo de vigilantes de seguridad integrados en la Asociación "Vigías".