El Juzgado de Primera Instancia Número Dos de Arona decretó la reapertura del caso del homicidio de Urbana Ramos Plasencia en noviembre de 2001 en el municipio de Guía de Isora. El crimen estaba archivado desde hacía casi una década y la insistencia de la familia de la víctima, así como del criminólogo Félix Ríos y la abogada Yaremi Padrón, ha logrado que la autoridad judicial ordene el análisis de diversas pruebas.

La jueza Ana María Martín-Nieto dispuso el pasado lunes la reapertura de las diligencias previas e informar de dicha circunstancia al Ministerio Fiscal.

Las diligencias previas se incoaron a raíz de la muerte violenta de Urbana durante la mañana del 9 de noviembre, junto a unas huertas de plataneras situadas entre el pueblo de Playa San Juan y el barrio de Fonsalía.

Dichas diligencias fueron sobreseídas provisionalmente en su momento, ya que la investigación desarrollada no permitió identificar al autor o autores del trágico suceso.

Y ahora el objetivo de la citada medida judicial es, precisamente, que se proceda a analizar nuevamente, con la tecnología actual, los indicios recogidos en el lugar del crimen por parte de la Guardia Civil para intentar identificar, localizar y atrapar a la persona o personas que provocaron el homicidio de la vecina de Fonsalía.

La reapertura de las diligencias fue planteada por el procurador Alfonso González y la abogada Yaremi Padrón, en representación de Carmen Plasencia, la madre de la fallecida.

Una de las solicitudes planteadas por dicha letrada es que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Santa Cruz de Tenerife estudie los pelos encontrados en diferentes muestras, así como varios restos genéticos (ADN) encontrados en el lugar del homicidio.

Urbana Ramos Plasencia, de 35 años, falleció cuando se dirigía de madrugada a trabajar en la cafetería de la gasolinera Texaco situada entre Marazul y Callao Salvaje, en Adeje. Estaba en proceso de separación de su marido, aunque convivía con él en la misma casa. La víctima recibió 18 puñaladas y, además, un golpe en la cabeza con un objeto contundente.