El esclarecimiento del asesinato de Urbana Ramos hace 11 años en Guía de Isora continúa empantanado en una serie de trámites burocráticos y de análisis de pruebas genéticas. Y el cansancio por la falta de resultados positivos entre los familiares de la víctima y el criminólogo Félix Ríos quedó ayer patente. Los familiares y el criminólogo advierten de que, si en 30 días no les aportan nueva información sobre las muestras genéticas, están dispuestos a celebfrar la próxima concentración en el barrio donde reside un sospechoso.

Durante la noche de ayer, la plaza del Llano, en el pueblo costero de Alcalá, acogió una vigilia donde los asistentes solicitaron "Justicia para Urbana". Los familiares y el criminólogo advierten de que, si en 30 días no les aportan nueva información sobre las muestras genéticas, están dispuestos a celebfrar la próxima concentración en el barrio donde reside un sospechoso.

En el evento estuvieron presentes la madre de Urbana, Carmen Plasencia, así como el hijo, Ricardo Mesa. La concentración fue apoyada por el alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín, y la concejal de Mujer, Ángeles González.

Félix Ríos recordó que el asesinato de la vecina de Fonsalía se produjo en 2001.

Una década más tarde, en noviembre de 2011, la familia de la víctima solicitó la reapertura del caso, en base a un informe firmado por el citado Félix Ríos, así como por un experto en genética.

Esa demanda obtuvo una respuesta positiva, y el 16 de abril del presente año, la titular del Juzgado que lleva el asunto ordenó la reapertura del caso, así como la repetición del análisis de las pruebas de ADN, después de "mucho insistir en los medios de comunicación de que llevábamos meses esperando la resolución de la jueza", según recordó el criminólogo que colabora con los familiares. A comienzos del pasado mes de agosto, la madre de Urbana, su hijo Ricardo y Ríos mantuvieron una reunión con el subdelegado del Gobierno del Estado en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra. En dicho encuentro, un mando de la Guardia Civil "se compromete a llamar a Madrid y conocer cuándo pueden estar los resultados de las pruebas genéticas", según Ríos. Y en dicha reunión, el subdelegado también se ofrece a avisar a los familiares cuando haya novedades.

Durante varias semanas, el criminólogo y los familiares no reciben llamadas sobre el asunto, por lo que remiten varios faxes a la Subdelegación del Gobierno.

Según Ríos, el subdelegado respondió por carta hace dos semanas para informar de que la Policía Judicial de la Guardia Civil ya envió el informe al Juzgado. Sin embargo, según el criminólogo, ese escrito es el mismo informe de hace años, aunque añade que las muestras analizadas ya las devolvieron. El criminólogo reconoce el cansancio y "necesitamos que nos cuenten la verdad, de si las pruebas van a estar, o si se han perdido las muestras".