Miembros del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron recientemente a una mujer de unos 33 años de edad como supuesta autora de un delito de hurto continuado. A la acusada se le atribuye la sustracción de joyas por un valor superior a los 3.000 euros en dos viviendas en las que trabajó como empleada del hogar en el municipio de La Laguna.

El trabajo policial comenzó en el momento en que los propietarios de dos viviendas de la zona de Guamasa denunciaron en la Comisaría de la Policía Nacional la desaparición de diversas alhajas. Además, explicaron que la mayoría de ellas tenía un elevado valor sentimental para las víctimas.

Los agentes de la Brigada de Policía Científica llevaron a cabo la inspección ocular de los domicilios en los que ocurrieron los mencionados robos al descuido, con el fin de hallar huellas u otros indicios para intentar identificar, localizar y apresar al autor o autora de los citados delitos contra el patrimonio.

Después de varias pesquisas, los investigadores de la Brigada de Policía Judicial llegaron a la conclusión de que la persona que cometía los hurtos debía tener facilidad de acceso a ambos domicilios.

Parte de las joyas fueron sustraídas en un hogar situado en las cercanías de la iglesia de Guamasa y el resto en un domicilio ubicado en las proximidades de la carretera de bajada a El Boquerón, según los datos que trascendieron durante la jornada de ayer.

En ambos casos, las víctimas fueron vecinos con un nivel de ingresos económicos medio-altos.

Los agentes de la Policía Nacional descubrieron que las alhajas sustraídas en ambas viviendas durante meses fueron vendidas en dos establecimientos comerciales de compraventa de oro situados en el municipio de Tacoronte, así como en otra tienda similar situada en La Laguna.

Al final, los funcionarios arrestaron a la citada empleada de hogar y la pusieron a disposición de la autoridad judicial competente, que decretó su puesta en libertad con cargos al carecer de antecedentes y tener domicilio conocido.