La Audiencia Provincial ha impuesto una pena de dos años de cárcel a Carlos Antonio E. R. por rociar con un líquido que contenía pimienta los ojos de una vecina con la que desde hacía tiempo mantenía enfrentamientos.

Además, deberá mantenerse durante otros dos años sin poder comunicarse con ella y pagarle cerca de 500 euros por los gastos médicos y los que ocasionó la rotura de una ventana. Ahora se está a la espera de que un perito cuantifique a cuánto asciende la indemnización por las secuelas que sufre la mujer.

Y es que a raíz de la agresión la víctima padece daños permanentes en los ojos, con pérdida del lagrimal de agudeza visual de un 20% en el ojo izquierdo y traslucidez de la cornea en el mismo de carácter leve a moderado.

El ataque tuvo lugar el 11 de octubre del año pasado cuando el joven se acercó a la casa baja de esta en Santa Cruz y al ver que estaba asomada a la ventana la amenazó con matarla y la insultó.

En ese momento utilizó una pistola de agua que llevaba cargada con sustancias en las que se encuentran pimientos picantes, lo que causó en la mujer un acentuado picor y ceguera momentánea, que la obligó a retirarse hacia el interior de su domicilio para pedir ayuda.

Justo entonces el agresor rompió el cristal de la ventana de la casa. La mujer inmediatamente tuvo que ser atendida de una queratoconjuntivitis química en ambos ojos, precisando para su curación de 37 días de los que durante siete no pudo llevar a cabo sus tareas habituales como ama de casa.

En el juicio celebrado en el día de ayer el acusado reconoció su culpabilidad y se aceptó una sentencia de conformidad entre las dos partes en la que se incluye la suspensión de la entrada en la cárcel siempre que abone la multa y la correspondiente indemnización.