El empresario barcelonés Javier Rigau, marido de la actriz italiana Gina Lollobrigida, ha anunciado que recurrirá la sentencia que condena a seis meses de prisión y a un año de inhabilitación para el ejercicio de la abogacía al letrado Javier Saavedra por estafarle cuando fue cliente de su despacho.

Fuentes jurídicas han informado de que los abogados de Rigau presentarán un recurso de casación ante la sala segunda del Tribunal Supremo (TS) por considerar insuficiente la condena a Saavedra, para quien la Fiscalía pedía cinco años de prisión que el empresario elevaba a nueve.

La Audiencia Provincial de Madrid condenó a Miguel Saavedra a seis meses de prisión por estafa y a un año de inhabilitación y 2.160 euros de multa por deslealtad profesional al perjudicar de forma manifiesta los intereses de quien le contrató para representarlo, pero le absolvió de los delitos de estafa agravada y de apropiación indebida de los que le acusaba el fiscal.

Es por ello que Rigau recurrirá el fallo al no estar conforme con el argumento de la Sala que considera que cuando se firmó el contrato entre el abogado y el empresario, la voluntad del acusado no era la de estafar a su cliente, a pesar de los posteriores defectos de forma que hubiera podido cometer el letrado.

Al margen de recurrir la sentencia por la vía penal, la acusación particular ejercida por Rigau acudirá también a la vía civil para reclamar la cantidad estafada, como así propone la sentencia.

La Audiencia absuelve al abogado de los delitos de estafa agravada y de apropiación indebida de los que le acusaba el fiscal y por los que pedía que se le condenara a cinco años de prisión. La acusación particular ejercida por Rigau acudirá ahora a la vía civil para reclamar la cantidad estafada

El tribunal considera probado que a partir de octubre de 2006 el empresario barcelonés, casado con la actriz Gina Lollobrigida, sufrió una campaña de desprestigio en medios de comunicación, en los que se le tildaba de "mentiroso, gigoló y delincuente".

Jaiver Rigau contrató al conocido abogado Javier Saavedra -que defendió entre otros al exalcalde de Marbella (Málaga) Julián Muñoz y a la duquesa de Alba- para que interpusiera las demandas necesarias para defender su derecho al honor.

Recibió una cantidad de importe desconocido para presentar 44 demandas en nombre de Javier Rigau y otras cuatro en nombre de su madre -aunque de éstas últimas no presentó ninguna-, así como otra cantidad para pagar a procuradores.

El acusado, que administraba el dinero que ingresaba su propio bufete, decidió interponer durante 2007 y 2008 sucesivas demandas en las que reclamaba a los demandados entre 200.000 y 300.000 euros.

Sin embargo, Saavedra desatendió su labor en algunos casos, en los que no llegó a interponer ninguna demanda o llegó a renunciar a las que sí había presentado a pesar de que Rigau le había provisto de fondos para cubrir los costes.

Saavedra llegó a engañar a Rigau solicitándole el doble de la fianza que en realidad le pedía el juzgado, dejó de aportar documentación esencial y confió el trabajo a una única procuradora para participar en 20 demandas que ni siquiera llegó a cobrar.