El Grupo de Medio Ambiente (Gruma) del Cuerpo General de la Policía Canaria localizó y denunció al propietario de dos perros de raza Pit Bull Terrier, considerada como potencialmente peligrosa, que intimidaban a vecinos de Teror.

El Gobierno canario explicó que los canes se encontraban en un recinto que carecía de protección y con un vallado precario construido a base de palets y tablas de madera. Dicho recinto no ofrecía garantías de seguridad para los vecinos, que temían ser agredidos por estos perros.