La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) anuló el juicio con Tribunal de Jurado que tuvo lugar hace tres meses en el que se condenó al anciano Jacinto S. M. a dos años y medio de cárcel por haber matado a un joven que entró en su finca de Arafo con la intención de robar. La acusación, sin embargo, ya anunció su decisión de presentar un recurso ante el Tribunal Supremo (TS).

El letrado Avelino Míguez Caiña, que actuó como defensor del hombre de 83 años, mostró ayer su satisfacción por el fallo del TSJC, que calificó de "buena noticia, aunque la tomamos con ciertas reservas".

Míguez apunta que la estimación del recurso presentado tanto por él como por la Fiscalía se basa en la falta de motivación del veredicto. O lo que es lo mismo que los miembros del Tribunal del Jurado no pudieron concretar qué alternativas le quedaban al anciano si en el fallo contradictoriamente, a la vez se refleja que actuó en legítima defensa.

El TSJC no sólo obliga a repetir el juicio, sino que además determina que deberá nombrarse a un nuevo magistrado y distintos miembros del Jurado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

"Hay que recordar que mi defendido primero exhibió el arma, luego hizo un disparo disuasorio y finalmente no le quedó más remedio que apuntar al agresor, mientras que el otro que lo acompañaba optó por huir. Así que difícilmente se puede alegar que tenía otras alternativas para defenderse", sostiene el abogado.

El vecino de Arafo fue condenado el pasado 11 de abril por la Audiencia a un total de cuatro años y medio de cárcel, dos y medio por homicidio con la eximente incompleta de legítima defensa y dos por tenencia ilícita de armas. En este último caso se anuló la condena, a la vez que se le impuso el pago de una indemnización de 20.000 euros a la madre del joven fallecido.

La Sala de lo Pena del Tribunal Superior de Justicia de Canarias estima el recurso del Ministerio Fiscal y parcialmente el del acusado, al entender que la sentencia dimanante del fallo del Tribunal del Jurado vulneró el derecho del anciano a obtener una resolución "fundada y motivada".

Tacha de "contradictorio e incongruente" que, por un lado, los miembros del Tribunal Popular mantengan que el anciano actuó en legítima defensa para salvar su vida y la de su esposa, mientras que, por otro, se le condene como autor de un delito de asesinato.

Especialmente crítico se muestra el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en cuanto que el Jurado consideró probado que los asaltantes mostraron una gran agresividad pero, sin embargo, no se especifique qué alternativas le quedaban para evitar el asalto.

Por lo tanto, el TSJC determina que existe "un vacío motivador" en el veredicto emitido y cree que el acusado se merece "un mínimo razonamiento del proceso decisorio". Este caso provocó una aireada reacción social en defensa del anciano con la recogida de miles de firmas y peticiones para que fuera declarado inocente.