La Sección VI de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife condenó a un hombre, vecino de Arico y natural de La Orotava, a catorce años y tres meses de prisión como autor de un delito de agresión sexual sobre una de sus hijas. Los hechos se prolongaron durante cuatro años.

En una sentencia dictada el pasado 28 de junio, los magistrados consideran probado que el individuo comenzó a forzar a una de sus hijas para que mantuviera relaciones sexuales con él desde que la menor cumplió los 10 años.

Las acciones delictivas tuvieron lugar en fechas no determinadas comprendidas entre el año 2013 y el 9 de mayo de 2017, cuando se produjo su detención.

En la resolución judicial se indica que las agresiones sexuales ocurrieron en el domicilio en el que vivía la familia, en el corral donde guardaba sus cabras o en el monte, "valiéndose de la ascendencia que ostentaba sobre su hija por ser su padre y la confianza que ella tenía hacia él por dicha circunstancia".

De hecho, el ahora condenado llegó a amenazarla con utilizar la violencia física si no accedía a sus pretensiones para satisfacer sus deseos libidinosos.

En la sentencia consta que la obligó a realizar conductas "de inequívoco contenido sexual en numerosas ocasiones, comentándole a la menor que, si contaba algo a alguien, lo meterían en la cárcel".

Estas conductas eran de diferente índode, como introducir su lengua en la boca de la niña, chuparle los senos, tocarle los genitales, intentando en alguna que otra ocasión introducirle sus dedos o su pene en la vagina, aunque su hija se negó.

En varias ocasiones llegó a masturbarse delante de la niña y la obligó a realizarle felaciones, a lo que la víctima accedió.

Los magistrados de la Sección VI estiman que en el procesado no concurría circunstancia alguna modificativa de su responsabilidad criminal.

Además, se le impone la prohibición de aproximarse a la afectada, a su domicilio o cualquier lugar en el que se encuentre, en un radio de 500 metros, así como de comunicarse con ella por cualquier medio quince años y tres meses (un año más que la condena).

También se le establece la sanción de libertad vigilada durante siete años, en base al artículo 192.1 del Código Penal y que cumplirá después de salir de prisión.

Debe indemnizar a la víctima con 10.000 euros y se le retira la patria potestad sobre sus hijas durante cinco años.

las claves

Hasta el momento de ser detenido, el condenado carecía de antecedentes policiales o penales. Su arresto se produjo el 9 de mayo del 2017.

Los episodios de agresión sexual se prolongaron desde que la víctima cumplió los 10 años. La pequeña era amenazada para que no contara lo que le hacía, porque su padre podría ir a la cárcel.