El Tribunal Supremo (TS) ha inadmitido el recurso en contra de la condena de siete años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial a M. S. M., encargada de un local de alterne situado en el centro de Santa Cruz, por la venta en el establecimiento de cocaína. En la misma sentencia, D. A. L. C. fue castigado a tres años y un día de cárcel y a pagar una multa de dos mil euros por considerarlo responsable del suministro de esta sustancia. La mujer quedó absuelta del delito de prostitución de menores por el que la Fiscalía pedía que permaneciera siete años más privada de libertad.

Durante la vista oral que tuvo lugar a finales del año pasado, la Fiscalía no pudo demostrar que la encargada supiera la edad de las chicas. De lo que sí hay constancia es de que una de ellas se prostituyó desde el 21 de octubre hasta el 21 de diciembre de 2014 y de que la otra lo hizo durante nueve días. En ambos casos las jóvenes se habían fugado del centro de Valle Tabares y declararon que cobraban el 50% de los servicios que prestaban. "Nos preguntaba la edad, pero no nos pedía el DNI", declaró en aquel entonces una de ellas.

El fallo sí da por probado que la acusada se venía dedicando a la venta en el interior del local de cocaína, tanto a los clientes como a otros que únicamente acudían a comprarla y a las propias prostitutas. Esta sustancia era suministrada por D. A. L. C., a quien se considera responsable de llevarla al club.

Ante el Supremo la acusada denunció la ausencia de una prueba directa, que las declaraciones de los testigos eran contradictorias y que no había constancia de ningún acto de venta de drogas. Argumentos que son rechazados por la Sala de lo Penal del TS desde donde se ratifica que existen evidencias suficientes y con contenido inculpatorio. Por lo tanto, se concluye que la Audiencia "ha valorado y ponderado racionalmente los indicios probatorios". Todo ello a la vista de la "abundante" prueba testifical, la declaración del coimputado, el contenido de las conversaciones telefónicas, la diligencia de entrada y registro y el informe pericial toxicológico.

La noche del 10 de abril de 2015 la policía acudió al domicilio del acusado en cuyo interior encontraron 12 envoltorios con seis gramos de cocaína con una pureza del 21% que habrían alcanzado un valor de 2.000 euros en el mercado negro y cerca de 700 euros. Horas después los agentes hicieron lo propio en el local de alterne y hallaron cuatro envoltorios de alrededor de dos gramos de cocaína con una pureza del 22% y 500 euros.