Un cargamento clandestino de casi 30 kilos de presunto oro ilegal, valorado en al menos 1,3 millones de dólares, fue decomisado por la Policía Fiscal de Perú cerca de Lima, informó hoy esa fuerza del orden.

La mercancía, compuesta por tres barras de oro forradas en papel plateado y con un peso de cerca de 10 kilos cada una, estaba en la caja fuerte de un vehículo particular que había sido blindado, y cuyo conductor fue detenido por los agentes.

El automóvil fue interceptado en Pucusana, a unos 60 kilómetros al sur de Lima, y procedía de Puno, capital de la homónima región fronteriza con Bolivia, una de las principales zonas de minería ilegal junto al vecino departamento amazónico de Madre de Dios.

El director de la Policía Fiscal, Rolando Luque, explicó que el cargamento carece de documentos que sustenten su origen legal, ni siquiera una guía de traslado con las verificaciones hechas por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y otras instituciones estatales.

La minería aurífera ilegal se desarrolla en Puno en los afluentes del lago Titicaca y en Madre de Dios en los ríos cercanos a la reserva nacional Tambopata y la reserva comunal Amarakaeri, en la Amazonía peruana.

Instalados en cientos de campamentos, los mineros dañan gravemente el medioambiente al utilizar mercurio para separar el oro, lo que contamina el agua de los ríos donde se asientan centenares de comunidades indígenas que la utilizan para beber, cocinar y lavarse.

La minería ilegal también lleva a estos lugares a numerosas víctimas de trata de personas que son explotadas laboralmente y en algunos casos sexualmente en los bares que se instalan cerca a estos campamentos mineros.