La defensa de Ángel Boza, miembro de La Manada en prisión desde el pasado 2 de agosto tras ser detenido por robar unas gafas de sol en un centro comercial de Sevilla y atropellar presuntamente a dos vigilantes, pedirá hoy su puesta en libertad al negar que haya reiteración delictiva y riesgo de fuga.

Su abogado, Agustín Martínez, ha informado a EFE que registrará hoy en el juzgado de Instrucción 16 de Sevilla el escrito con su petición de puesta de libertad de Boza, condenado junto a los otro cuatro miembros de La Manada por abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016 y que estaba en libertad provisional desde el 23 de junio a la espera de la sentencia firme.

Martínez ha explicado que su petición se basa en que el auto de prisión "es erróneo" al hablar de reiteración delictiva ya que su cliente no tiene ninguna condena por delitos contra la propiedad, pese a que sí tiene otra causa abierta por robar cinco gafas de sol en San Sebastián el día antes de los abusos sexuales por los que está condenado.

Además, defiende que "no hay riesgo de fuga por sus circunstancias personales", ya que Boza como sus compañeros debe comparecer cada lunes, miércoles y viernes en los juzgados de Sevilla para cumplir las medidas cautelares impuestas en el auto de libertad provisional decretado por la Audiencia de Navarra.

El letrado también señala que si bien la sustracción de las gafas de sol "es real", pues al ser detenido en su huida por la Policía Local las llevaba consigo, "el supuesto atropello" a los vigilantes de seguridad del centro comercial que lo persiguieron a la salida del aparcamiento es negado por Boza y su abogado señala que "hay contradicciones entre las partes" tras la declaración de los vigilantes ante el juez el pasado 12 de agosto.

Boza fue detenido la noche del 1 de agosto en la avenida Menéndez y Pelayo de la capital sevillana, una vez que los vigilantes del centro comercial avisaron a las fuerzas del orden tras no poder impedir que abandonase el establecimiento.

El juez Gutiérrez Casillas, en funciones de guardia, decretó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de robo con violencia, atendiendo a la "especial gravedad" del delito, castigado con entre 2 y 5 años de cárcel.

Desde el 2 de agosto Boza se encuentra en la prisión de Sevilla I tras permanecer apenas un mes en libertad provisional después de dos años en la cárcel a la espera del juicio por los abusos sexuales en los Sanfermines de 2016 junto a José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero, que hoy deben volver a firmar a los juzgados de Sevilla como cada lunes.