Dino M., el acusado de matar a su madre en Arona, se declaró ayer inocente y alegó que no se acuerda de lo que ocurrió el 1 de septiembre de 2016 en el piso que ocupaban en Parque La Reina. El procesado señaló que padece una amnesia llamada psicógena, que se caracteriza por la incapacidad de quien la sufre de recordar aspectos importantes de un episodio traumático.

Según el abogado defensor, Manuel Estévez Acevedo, se trata de una pérdida de memoria "puntual" por haber sucedido un acontecimiento "muy traumático o trágico". Lo que se desconoce es el origen, que, según el letrado, "vamos a intentar dirimir a lo largo de las próximas jornadas".

Dino M. indicó que tomaba una medicación para el tiroides cuyas dosis se habían incrementado en los últimos días y que el padre estaba muy preocupado por la seguridad de la vivienda. Pero, en definitiva, el joven croata aseguró que no recuerda nada, sino que aquel día había salido a hacer gestiones. En los próximos días intervendrán guardias civiles que participaron en la detención y peritos que analizaron el cuerpo de la víctima y la casa. En principio se calcula que el fallo del jurado se dará a conocer el viernes.

La Fiscalía solicita 14 años de cárcel y que afronte una responsabilidad civil por 100.000 euros, al considerar que acuchilló y estranguló a la víctima en el curso de una fuerte discusión.

El Ministerio Público relata que el procesado apretó fuertemente el cuello de su madre con el fin de asfixiarla, por lo que le causó un edema cerebral ante la falta de oxígeno. A ello se suma que la mujer recibió diversas puñaladas en el abdomen y en las piernas, todo lo cual, la dejó sin prácticamente, capacidad alguna de defensa.

El fallecimiento ocurrió un día más tarde en el Hospital Universitario de La Candelaria. El marido encontró a su esposa inconsciente en el suelo y en un primer momento fue arrestado al sospechar la policía que se trataba de un crimen de violencia de género, ya que estaba muy nervioso y ofreció testimonios incoherentes. El joven fue hallado horas más tarde en el arcén de la carretera entre Las Galletas y Las Rosas. El padre quedó en libertad, aunque está acusado de encubrimiento. La familia se había mudado hacía apenas un mes al edificio donde ocurrieron los hechos. Un vecino escuchó a la mujer gritar pidiendo auxilio y de forma inmediata avisó a los agentes de la Policía Local y a los servicios sanitarios.