La investigación abierta por la muerte de un bebé de 18 días tras ser mordido por un perro durante la mañana del pasado miércoles en Fasnia determina que, por el momento, se trata de un "desgraciadísimo accidente". Así lo expuso ayer el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Güímar, encargado de las pesquisas sobre el asunto.

Según la información facilitada ayer por parte del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), ni los guardias civiles asignados al caso ni el citado órgano judicial habían tomado declaración a los padres del niño, que están "destrozados por lo ocurrido y únicos posibles testigos de lo ocurrido".

Ayer se confirmó que la pareja llegó a su finca de Fasnia en su coche, con el menor en su silla reglamentaria. Tras apearse los progenitores del vehículo, el pequeño quedó en el interior y el can, de forma inesperada, se introdujo en el automóvil y atacó a la víctima. Sobre el perro, no tiene el menor antecedente violento. El animal fue trasladado hasta el refugio comarcal de Tierra Blanca, en el mismo municipio de Fasnia, y después del ataque al bebé tampoco ha mostrado una conducta agresiva.

Ayer se supo que, en la citada finca, además del pastor belga propiedad de la familia, también se hallaba un ejemplar de bullterrier. Fuentes próximas a la investigación confirmaron que las mordidas al bebé se produjeron en el cráneo.

Sobre las denuncias vecinales por el retraso del personal médico o las ambulancias, otra fuente aclara que, aunque dichos profesionales hubieran estado en el mismo lugar de los hechos, no hubiesen podido salvar al pequeño.