La Audiencia Provincial impuso una condena de 23 años de cárcel y el pago de 40.000 euros a José Iván D.E. como autor del asesinato de su pareja en abril de 2017 en la casa que ambos compartían en La Laguna. La semana pasada el Jurado determinó que la muerte se llevó a cabo sin que la mujer tuviera posibilidad de defenderse, pero sin ensañamiento y con el agravante de parentesco.

Las acusaciones, integradas por la Fiscalía, representantes de la familia y el Instituto Canario de Igualdad, pedían 25 años de cárcel y una indemnización que oscilaba entre los 30.000 y los 180.000 euros. Mientras, la defensa mantuvo que, si se tienen en cuenta las circunstancias atenuantes, la pena se podía situar en los 17 años y medio. En aquel entonces se consideró que la víctima no fue capaz de aceptar que el imputado la iba a abandonar después de anunciarle que él mantenía otra relación. Por ello, se considera que se trató de un caso de violencia de género y un ejemplo de dominación del hombre sobre la mujer.

El fallo concluye que la intencionalidad homicida queda clara por la contundencia de los golpes recibidos, de los que cualquiera de ellos fue mortal de necesidad. El crimen fue cometido de forma consciente y voluntaria con un objeto metálico de tres kilos, con el que José Iván golpeó de forma sorpresiva y repetida a la mujer en la parte posterior y anterior de la cabeza, primero por la espalda y después cuando cayó al suelo. No ven probado que hubo una agresión o provocación previa y los análisis psicológicos determinan que el acusado siempre fue consciente de lo que hacía y que la víctima no tuvo posibilidad alguna de defensa. Su mitomanía, o tendencia a mentir de forma compulsiva, sólo es usada para obtener algún tipo de beneficio, pero no le impedía discernir lo que ocurría ni alteró sus facultades. También se ve probado que, tras el crimen, en vez de entregarse, estuvo varios días huido, cambió de aspecto y se desprendió de la tarjeta del teléfono para no ser localizado.