La Guardia Civil ha detenido a cinco miembros de una red que captaba a menores magrebíes en las inmediaciones de centros de acogida de la Junta de Andalucía para después retenerles en una vivienda en pésimas condiciones mientras exigían a sus familias un rescate de unos 500 euros.

La denominada Operación Guardería se culminó la pasada semana cuando un menor marroquí que vivía en un centro de acogida de El Bosque (Cádiz) fue rescatado por la Guardia Civil en una vivienda en Puerto Real.

Según ha informado este lunes la Guardia Civil, las pesquisas se iniciaron el pasado mes de agosto cuando un menor marroquí denunció ante la Guardia Civil de San Pedro del Pinatar (Murcia) que había llegado a España a través de una organización dedicada a introducir en territorio nacional a inmigrantes procedentes del norte de África, mayoritariamente menores de edad.

Contó que fue interceptado en la costa por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y trasladado a un centro de acogida ubicado en el municipio gaditano de La Línea de la Concepción.

En estos centros los jóvenes viven en un régimen semiabierto que les permite salir fuera de las instalaciones.

En estas salidas conoció a un individuo que merodeaba por la zona y que se ofreció a él y a otros compañeros a llevarles a su casa y a ayudarles en todo lo que necesitaran.

Pero en realidad, después de convencerles, les trasladaba hasta una vivienda de grandes dimensiones y aislada, situada en la zona de Malas Noches, en Puerto Real.

Allí les mantenía durante varias jornadas "en pésimas condiciones de habitabilidad y salubridad", hasta que eran trasladados en autobús hasta otras provincias como Barcelona, Bilbao, Murcia, Madrid o Granada.

Entre tanto la red criminal contactaba con sus familiares en Marruecos y les solicitaba el pago en efectivo de entre 400 y 500 euros por cada uno de ellos para ponerles en libertad.

La Guardia Civil estima que una veintena de menores han sido sustraídos por la red de la tutela de la administración.

Tras varios meses de investigación conjunta de la Guardia Civil de Murcia y Cádiz, los agentes pudieron identificar al sospechoso y al resto de miembros de la red, otras cuatro personas, y averiguaron que además se dedicaban al tráfico de hachís a pequeña escala.

En los dos registros practicados en Puerto Real se han incautado de tres kilos de hachís, diez teléfonos móviles, tres ordenadores y 3.600 euros.

En estos inmuebles fueron detenidos tres de los miembros del grupo criminal como presuntos autores de los delitos contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, detención ilegal, contra la salud pública y de pertenencia a organización criminal.

Se trata de dos varones, de nacionalidad marroquí, de 31 y 36 años, y una mujer, de nacionalidad española, de 32 años.

La investigación culminó con la identificación y localización de otras dos personas -varones, de nacionalidad española, de 31 y 27 años- a las que se les ha instruido diligencias como presuntas autoras de delito contra la salud pública y de pertenencia a organización criminal.