Ayer, domingo, 10 de marzo, se cumplieron doce años de la desaparición de Yéremi Vargas, el niño de 7 años cuya pista se perdió hace ya más de una década cuando jugaba en un descampado cerca de su casa en la localidad de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria).

Esta semana también se cumple un año desde que la Audiencia de Las Palmas confirmase el archivo de la investigación abierta contra Antonio Ojeda, ''El Rubio'', en relación a la desaparición del niño, al no observar indicios que lo incriminasen.

Hace justo doce años, la familia denunció la desaparición del menor, que padecía de insuficiencia respiratoria y necesitaba de medicación. Dos días después, el 12 de marzo de 2017, hasta 400 personas participaron en un dispositivo de rastreo de los alrededores del lugar donde desapareció Yéremi.

El 19 de marzo, la Guardia Civil detuvo a un joven de 27 años, vecino de Agüimes, acusado de un supuesto delito de extorsión a la familia, aunque descartaron que estuviera relacionado con la desaparición. Había pedido a la familia 6.000 euros a cambio de la liberación del niño y la investigación concluyó que lo hizo con ánimo de lucro.

Meses después, en junio de 2007, el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó que en Canarias nunca había habido una operación policial tan amplia como la que hubo para buscar al niño, mientras que en los primeros días de la desaparición se recibieron hasta 600 llamadas sobre el pequeño.

Ya el 11 de septiembre de 2008, pasado año y medio de la desaparición, seis agentes pertenecientes a la Unidad Central Operativa (UCO) de Madrid se unieron para reforzar la investigación.

El 28 de enero de 2009, las madres de los desaparecidos Sara Morales, Yéremi Vargas y Amy repartieron en Gran Canaria 4.000 carteles con sus fotos para que los niños no cayeran en el olvido.

Por su parte, el 13 de marzo de 2010, la juez del caso rechazó excavar en el jardín de la vivienda familiar ubicada en Agüimes, propiedad de Fernando Torres Baena, el principal acusado del denominado ''Caso Kárate'' sobre presuntos abusos sexuales en una escuela de artes marciales.

En junio, los investigadores hallaron un cráneo en un parque de Santa Lucía, aunque más tarde descartaron su relación con la desaparición del niño y señalaron que podría ser el de una mujer muerta hacía diez años.

La investigación, que no ha cesado en todos estos años, dio un nuevo giro cuando la Guardia Civil anunció el 3 de marzo de 2012 que tenía nuevos datos sobre un vehículo y ropa del menor, pidiendo la colaboración ciudadana esperando que estos nuevos datos contribuyeran a mantener vivo el caso a partir de algún detalle proporcionado por los vecinos.

Investigadas hasta 195 personas

En 2012, la Benemérita trabajó sobre varias hipótesis; venganza familiar, tráfico de seres humanos, pederastia o tráfico de órganos. Por ello, han investigado a 195 personas acusadas de pederastia, menores de 65 años y con delitos a niños menores de quince años, a 15 presos acusados por estos mismos delitos y a varias personas de la isla vinculadas a este tipo de delitos.

La madre: "El trabajo dará sus frutos"

Cuando se cumplieron seis años sin Yéremi Vargas, concretamente el 10 de marzo de 2013, su madre, Ithaisa Suárez, se mostró convencida de que el trabajo que estaba desarrollando la Guardia Civil acabaría dando frutos. "El trabajo que están haciendo dará sus frutos cualquier día, la esperanza la mantenemos siempre intacta, siempre hemos pensado que aparecerá y que aparecerá bien; mientras no se demuestra lo contrario siempre vamos a seguir pensando así", dijo entonces la madre.