Asesinato de Abigail en Tenerife: el acusado no se acuerda de lo que hizo y atribuye al crack y otras drogas la ruptura con su pareja

La afectada contó a su madre que Juan Fernando le robaba mucho dinero y que le mentía

El acusado, Juan Fernando Casanova

El acusado, Juan Fernando Casanova / Andrés Gutiérrez

El acusado del asesinato de la joven Abigaíl González Castilla el 29 de julio del 2022 en Santa Cruz de Tenerife, Juan Fernando Casanova, aseguró a su abogado que no se acordaba de haber matado a la que fue su pareja durante casi 20 años. Y, además, atribuyó al creciente consumo de drogas su deterioro personal y que su novia hubiera roto la relación.

Este lunes comenzó en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife el juicio con Tribunal de Jurado contra Casanova por haber matado a su expareja en el portal de un edificio en la calle Alfaro de la capital tinerfeña, cuando la mujer había terminado su jornada laboral en la limpieza de las zonas comunes del inmueble.

El acusado decidió responder sólo a las preguntas que le hizo su abogado defensor, Javier Santana. Este letrado considera que existe una carga abrumadora de pruebas en contra del procesado y que difiere de la calificación que en su día hizo la anterior abogada de Juan Fernando, quien pidió para él la libre absolución.

El actual abogado de oficio de Casanova cree que hay elementos para considerarlo culpable. No obstante, considera que existen elementos suficientes para tener en cuenta la atenuante simple de drogadicción en el momento en que se produjo la muerte violenta de Abigaíl. El letrado defensor solicita 22 años y medio de cárcel para su defendido.

Y la fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer, Raquel Arranz; la abogada del Instituto Canario de Igualdad (la acusación popular), y el abogado de la familia (acusación particular) reclaman una condena de 25 años de prisión por un delito de asesinato.

El acusado recordó que empezó su relación con Abigaíl en 2002, cuando ambos eran adolescentes y residían en edificios muy próximos en el barrio de Llano Alegre, junto a la autopista del Norte (TF-5) y el Polígono Industrial de El Mayorazgo.

Consumo habitual

Juan Fernando Casanova señaló que empezó a consumir drogas a los 14 años. En un primer momento, se hizo adicto a la cocaína y al hachís. Tras alcanzar la mayoría de edad, también compraba crack. Pero llegó a estar muy mal y dejó dicha sustancia. En su trayectoria como toxicómano también llegó a probar éxtasis o MDMA cuando salía de fiesta.

No obstante, consumía hachís y cocaína casi de forma constante. La droga le condujo a perder diferentes trabajos que le salieron y en los que apenas permanecía uno o dos días.

Según contó a su abogado, la situación empeoró de forma drástica a raíz del confinamiento por la pandemia del covid-19. En esa etapa regresó al crack, que compraba en enclaves de los barrios de la Cuesta Piedra y Santa Clara.

Y, de forma paralela, la relación con su pareja, que siempre sufrió altibajos y enfrentamientos, se volvió insostenible. Entre finales de junio y comienzos de julio, la mujer regresó a vivir con sus padres.

Casanova admitió que tanto Abigaíl como la familia de ésta lo apoyaron mucho durante años. Pero en los días previos y en la jornada en que ocurrió el asesinato, Juan Fernando sólo se acuerda de ver la televisión y consumir droga.

Tampoco recuerda haber dejado notas en las que decía que se iba a quitar la vida y a matar a su expareja. Y tampoco se acordó de que una semana antes del trágico suceso, el 22 de julio, la víctima subiera a Facebook una fotografía en la que aparecía ella con otro hombre. Y, supuestamente, también le envió dicha imagen a Juan Fernando, a través de su móvil.

Casanova dijo a su letrado que sólo recordaba como su padre empezó a gritar su nombre y que varios policías se abalanzaron sobre él para detenerlo, introducirlo en un coche y llevarlo a la Comisaría.

El acusado manifestó que, desde que está en prisión, no consume drogas. Cuando entró en el centro penitenciario, le ofrecieron seguir un tratamiento con metadona y pastillas, pero él lo rechazó, pues cree que hubiera sido dejar unas sustancias para engancharse a otras.

A requerimiento del abogado Javier Santana, el procesado se dirigió a los familiares de Abigaíl para decir: "Lo siento mucho. Si hubiera sido consciente de lo que hacía, no habría pasado". Insistió en que "ella siempre me ayudó, igual que su familia y esto es un golpe fuerte".

La primera testigo en intervenir fue la madre de la víctima, quien admitió que, al principio, le pareció mal que su hija saliera de adolescente con Juan Fernando, pues le parecía "un quinqui". Sin embargo, con el paso de los años, señaló que su hija fue feliz.

Sin embargo, aclaró que los dos últimos años y medio antes del asesinato, la relación "era horrible", pues "se peleaban mucho, él le decía muchas mentiras y le robaba dinero". Y a la propia testigo llegó a robarle dinero en su casa.

Otro de las circunstancias narradas por la progenitora de la mujer es que el implicado en el asesinato le quitó todo su círculo de amistades desde el principio. Si los amigos y amigas no eran de su entorno, le impedía tratar con ellas.

Juan Fernando era "muy celoso", en opinión de la primera testigo. En una ocasión, Abigaíl salió de Carnavales una noche con un grupo de amigas y amigos. Y su entonces pareja no pudo hacerlo. Como no llegó por la noche, cuando él creía que era la hora adecuada, le tiró toda su ropa a la calle, "como si ella fuera una cualquiera", dijo la madre.

En varias ocasiones anteriores, la mujer trató de romper su relación con el ahora acusado. Sin embargo, pasados varios días, el individuo iba a casa de los padres de su pareja, la convencía de que iba a cambiar y ambos retomaban la convivencia.

Sin embargo, a finales de junio del 2022, todo empezó a ser diferente, pues Abigaíl quiso romper de forma definitiva y se llevó todas sus pertenencias a la vivienda de sus padres.

Y el 22 de julio hubo un episodio que supuestamente no gustó nada a Casanova. Su expareja subió a Facebook una foto en la que ella aparecía con otro hombre. Y, además, esa imagen se la envió al teléfono móvil de Juan Fernando.

La madre de la víctima confirmó esta situación. Además, confirmó a la fiscal que ese mismo día el ahora acusado le mandó audios "en los que me preguntaba qué estaba buscando mi hija", "que le estaba buscando la ruina" o que "él no se merecía eso".

Abigaíl le contó a su progenitora que Casanova le mentía y le robaba mucho, tanto dinero en efectivo como con su tarjeta. No obstante, la madre de la persona asesinada negó que ella le tuviera miedo. De hecho, pensaba que, si le iba a hacer daño iba a ser a través de sus mascotas, dos perros.

La mujer que declaró este lunes en el juicio le pidió a su hija que no fuera sola a recoger a los canes, pues temía que pudiera pegarle. En aquel momento, ni se imaginaba que la pudiera asesinar.

Y la madre del propio Juan Fernando también le llegó a decir a Abigaíl que no acudiera sin compañía a ver a los perros, según dijo la testigo.