Diez días sin rastro de Jay Slater, desaparecido en Tenerife

La Guardia Civil continúa por décimo día consecutivo con el dispositivo de búsqueda para tratar de encontrar a Jay Slater, un joven británico desaparecido desde el pasado 17 de junio en el pueblo de Masca, perteneciente al municipio de Buenavista del Norte, en Tenerife, según han informado fuentes oficiales del Instituto armado.

Diversas unidades de la Guardia Civil siguen realizando, tanto a pie como desde el helicóptero, intensas y repetidas batidas por los barrancos, caminos y senderos del abrupto terreno, siempre acompañados de los agentes caninos del Servicio Cinólogico de la Guardia Civil, especializados en la búsqueda de personas.

Dicha unidad se desplazó desde Madrid para incorporarse a las labores de búsqueda del joven británico de 19 años, al estar especializados en la búsqueda de personas en grandes extensiones de tierra con apoyo de perros adiestrados para grandes superficies.

El dispositivo de búsqueda arranca a primera hora de la jornada y finaliza al atardecer, cuando la falta de luz solar dificulta las labores de rastreo, y desde la Guardia Civil mantienen que "todas las hipótesis están abiertas".

Continúa el dispositivo de búsqueda del joven británico desaparecido en Tenerife

En el operativo participan agentes del Servicio Cinológico y del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) con apoyo de voluntarios de Protección Civil, drones y un helicóptero, y el rastreo se centra en el barranco de Masca y diversas zonas escarpadas aledañas del municipio de Buenavista del Norte.

Jay Slater viajó a Tenerife en compañía de dos amigos para pasar las vacaciones y acudir a un festival de música en el sur de la isla y en la madrugada del domingo 16 de junio conoció a otros dos hombres y se marchó con ellos hasta una vivienda ubicada en el Parque Rural de Teno.

Sus amigos denunciaron su desaparición y en el último contacto que tuvieron con él antes de que se le acabara la batería del teléfono móvil, les comentaba que había perdido la guagua, tenía sed y trataba de volver andando a su apartamento, ubicado en el sur de la isla.