Los vecinos de la urbanización Los Cardones, en la localidad de San Isidro, aseguran que ya no aguantan más el nivel de suciedad y abandono que se ha ido generando en este espacio, donde los escombros crecen cada día delante de sus casas sin que nadie lo controle o ponga remedio.

Este enclave del municipio de Granadilla de Abona, donde habitan desde hace una década más de un millar de personas, cuenta con numerosos solares que se quedaron sin construir o a medio urbanizar, espacios a donde va a parar todo tipo de desechos de obras que estos vecinos deben presenciar a diario desde sus propias ventanas.

Algunos de los afectados señalan que "ante este caos sobran las palabras", pues al margen de los desechos que se amontonan por todos los rincones, "debemos padecer la falta de conciencia de muchos dueños de perros, que acuden a estos solares abandonados para que sus mascotas hagan sus necesidades, por lo que también debemos padecer auténticos criaderos de pulgas, garrapatas y moscas, por los que transitan nuestros hijos a diario".

Aseguran que "nuestro barrio se parece cada día más a un vertedero, al que viene a parar la basura de todos sitios", y aunque explican que los escombros, "dentro de lo malo no son lo peor, porque no desprenden olores, lo que realmente nos afecta son los excrementos de los animales".

Los miembros de esta urbanización ya han puesto de manifiesto esta problemática ante el Ayuntamiento de Granadilla, que se concentra, principalmente, en el entorno de la calle Unamuno. A pesar de que se trata de una denuncia que se formuló a los anteriores mandatarios municipales, aseguran que "hace dos meses se volvió a poner en conocimiento de los nuevos miembros del equipo de Gobierno municipal". Sin embargo, lamentan que "aún no nos hayan respondido a este foco de infección que empeora cada vez que hay calor, porque se suman las plagas de todo tipo de bichos".

Con el fin de que se ponga un control en esta urbanización, los vecinos reclaman que se les exija a los propietarios de los solares que procedan a su vallado y asuman el coste de retirar los escombros, porque la imagen que presentan "nos está arruinando la vida, ya que necesitamos un mínimo de higienes por la proximidad de toda esta basura a nuestras viviendas".

Además, añaden que el abandono también afecta al parque infantil, única instalación de ocio para los cientos de niños del lugar, que según explican "se instaló al principio de la urbanización con los elementos de juego que fueron retirados de otro parque de El Médano, que ya están muy desfasados y deteriorados, con el riesgo que implica la rotura de algunos de sus elementos".