Granadilla y San Miguel de Abona. Guía de Isora. Son tres ejemplos de municipios que llevan el "apellido comarcal" en su denominación oficial. Ahora se suma el Ayuntamiento de Vilaflor que quiere que su territorio sea conocido como "Vilaflor de Chasna".

Así lo aprobó por unanimidad el Pleno del Cabildo de Tenerife.

El informe histórico que acompaña el proyecto fue elaborado por el investigador y magistrado Nelson Díaz Frías.

En dicho documento, Díaz Frías señala que "el valle donde se asienta el pueblo de Vilaflor fue conocido, desde época prehispánica, hasta casi la actualidad, con el nombre indígena de Chasna".

El investigador histórico apunta que "se trata de un topónimo de indiscutible raíz guanche y de significado impreciso (...)". Comenta el autor del informe que "aparece documentado desde las primeras datas o repartimientos de tierras y aguas hechos por Alonso Fernández de Lugo", a partir de la finalización de la conquista en 1496.

Y recalca que, el 11 de julio de 1504, Fernández de Lugo concedió a cuatro conquistadores "un río o arroyo de agua..., la cual es en esta isla de Tenerife, que se llama, en la lengua de Tenerife, Chasna y junta los términos entre el reino de Abona y el reino de Adexe". Nelson Díaz Frías manifiesta que, "si bien el topónimo se ha perdido hasta el día de la fecha en la toponimia oficial del municipio, sigue vivo en la tradición oral del Sur de Tenerife, y, de hecho, el gentilicio con el que se conoce a los naturales de Vilaflor sigue siendo a día de hoy el de chasnero o chasnera". A partir de ahora, el apellido comarcal Vilaflor lo llevará con orgullo.