El Ayuntamiento de Granadilla de Abona tiene que afrontar de forma inmediata el pago de unos 600.000 euros a la empresa Clusa, concesionaria del servicio de recogida de residuos en el municipio, en concepto de la deuda contraída con la misma por el consistorio al quedarse con sus vehículos en el momento en que el servicio fue rescatado, en 2012.

El alcalde, José Domingo Regalado, explicó que "la negociación mantenida con la empresa, después del contencioso correspondiente, nos permitió llegar a un acuerdo que le evita al Ayuntamiento de Granadilla de Abona el pago de más de un millón de euros". Consecuentemente, el gobierno local afrontará este pago con parte del Remanente de Tesorería, señaló.

En el ejercicio de 2002, el gobierno municipal de la época, formado por el PSOE, adjudicó el servicio de recogida de basura a Clusa. En diciembre de 2009, gobernando el tripartito formado por CC, PP y SsP, la plantilla comenzó una huelga indefinida en una espiral que continuó con el secuestro del servicio y que culminó en diciembre de 2011 con el acuerdo plenario de que la recogida de basura y limpieza viaria fueran asumidas definitivamente por la Administración municipal a través de la empresa pública Sermugran, que se quedó con los vehículos de Clusa.

"Los informes técnicos y jurídicos de los últimos meses aconsejaban no continuar con el contencioso, por lo que llegamos a un acuerdo con la empresa de forma que conseguimos ahorrarle al municipio en torno a medio millón de euros", explicó el alcalde granadillero, el nacionalista José Domingo Regalado.