En torno a 200 personas participaron ayer en la manifestación y cacerolada con la que los vecinos de Bajo la Cuesta reclamaron ruidosamente su retorno a sus viviendas. Lo hicieron el día en que se cumplió un año de su desalojo y sin que haya fecha para la vuelta, aunque sea parcial.

A las 17:30 horas se concentarron ante el Ayuntamiento de Candelaria y comenzaron a recorrer la distancia que separa el lugar de la Plaza de la Patrona, al tiempo que golpeaban utensilios de cocina en una cacerolada que sirvió para hacerse notar.

"Bajo la Cuesta, doce meses fuera", "Un año fuera de mi casa, ¿hasta cuándo?" y "Bajo la Cuesta en lucha" (encabezando la manifestación) fueron algunas de las pancartas que portaron los habitantes de este núcleo, cuyos ánimos "no decaen, pero el tiempo hace mella. En cualquier caso, no nos van a callar ni vamos a dejar de reclamar nuestros derechos".

La práctica totalidad de todos los vecinos de Bajo la Cuesta acudió a esta cita (salvo aquellos a los que se lo impidió el compromiso laboral), que no reunió a tantos afines como el 16 de octubre de 2016, cuando unas 500 personas reclamaron medidas que garantizaran el realojo y el retorno de los afectados a Bajo la Cuesta.

El gobierno local está esperando a que Endesa le informe de la finalización de la obra en el talud.