En una abarrotada parroquia de San Pedro Apóstol, el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ejerció anoche de pregonero de El Socorro repasando no solo la historia del municipio, sino la suya propia desde la perspectiva de su vinculación al lugar y a la fiesta y apostando por el futuro de Güímar.

"Venir al Socorro es venir a ver a amigos, acompañar a la Virgen y a Güímar entero, es oler a albahaca, visitar las casas de Cheo, de Domingo el Panorama, de los Campos y rendir visita a Dolo, a Javier, a José Manuel García, a la familia de Crucy y a la Mocana. Es entrar con la Potraca en la Ermita y llegar a la playa a respirar el alisio", leyó en uno de los momentos más emotivos del acto.

Centrado en las personas, como define su gestión desde el inicio del mandato, aludió al esfuerzo de los güimareros que desde hace seis siglos, "desde que la leyenda de la Virgen del Socorro nació en las playas de Chimisay", forjaron un municipio que hoy está en vías de recuperar su rol en la Isla.

"Güímar no ha terminado de hablar en cuanto a su papel en el desarrollo futuro de Tenerife. Está en una posición geográfica privilegiada. Mantiene intacto su carácter de pueblo y sus posibilidades estratégicas. Crece de forma sensata y está fijando una nueva población que tiene a su alcance, a poca distancia y con excelentes comunicaciones, tanto el área metropolitana como ese Sur donde el turismo sigue siendo de capital importancia. Y tiene una joya aún intacta que es El Socorro y el paisaje del Malpaís, que la separa del Puertito de Güímar. Hay muchas cosas aún por mejorar. Y hay que hacerlas bien. Y que lo decidan los güimareros".

El pregonero Carlos Alonso no perdió la oportunidad. Habló de la romería, de su relevancia y de sus orígenes hasta llegar al encuentro del aborigen y la venerada. "Sostiene el historiador Manuel Fariña que no cabe en el origen distinguir las dos advocaciones marianas que son principales en este Valle y en esta Isla. Que Chaxiraxi responde a la misma llamada que Candelaria y que la Virgen del Socorro. Yo digo también que ambas, que según Fariña es una, son parte de nuestra identidad como pueblo, por llevarla a cuestas en nuestra emigración por todos los puertos en donde recalábamos, por vincularnos a dos mundos, el viejo de los aborígenes y el nuevo del conquistador, por ser parte esencial de nuestros sentimientos, de nuestra etnografía, de nuestra cultura, de lo que somos. Por eso creo que el honor que queremos dar a la Virgen Morena desde el Cabildo también es extensible a la Virgen del Socorro. Que también es ella nuestra principal promotora de lo bueno que queremos ser y sustentadora de los anhelos de esta Isla".

Carlos Alonso rememoró cuando siendo niño y veraneando con sus padres y hermanos en los Roques (Fasnia) "acompañaba las mañanas de agosto a mi padre a comprar a las tiendas de Güímar (...) Él siempre decía que era mejor comprar aquí que en ningún otro sitio cercano, no solo por la carretera, sino porque se encontraban siempre mejores productos".

Antes de anunciar la fiesta de El Socorro llamando a que la disfruten "desde pronto en la mañana, que atiendan la hospitalidad con respeto y devuelvan fervor, alegría y música y que ayuden a conservar una tradición que en verdad es única en esta Isla", el presidente del Cabildo se permitió "pedirle a la Virgen del Socorro que nos eche una mano, que nos dé fuerzas para cargar con el peso de la responsabilidad de poner a Güímar y a Tenerife en donde se merecen. Estoy seguro de que con el apoyo de Nuestra Señora esa carga será más fácil de llevar".