La tercera jornada del juicio por la tragedia ocurrida en la playa de Los Guíos el 1 de noviembre de 2009, en la que murieron dos personas por el desprendimiento de tierra y piedras del talud, se centró ayer en escuchar las declaraciones de una veintena de testigos que estaban en el lugar en el momento en el que se produjo el derrumbe, en torno a las tres de la tarde de aquel domingo. Todos coincidieron en que no observaron ninguna zona acotada a la que se impidiera el acceso por su peligrosidad y la mayoría tampoco vio a un vigilante o un cartel que advirtiera de posibles derrumbes. En la causa están imputados el exalcalde de Santiago del Teide Juan Gorrín; el exjefe de la Demarcación Provincial de Costas Carlos González, y los técnicos municipales José G. R. y Celso G.

El relato de la práctica totalidad de los llamados a declarar ayer fue idéntico. No fue hasta después de ocurrida la tragedia cuando la policía acotó la zona, pero, con anterioridad, apenas observaron una cinta tirada en el suelo. Una vez que tuvieron lugar las muertes, los responsables del ayuntamiento decidieron cerrar la totalidad de la playa de Los Guíos, en la localidad turística de Los Gigantes.

Una pareja que se encontraba de vacaciones en el lugar de los hechos intervino por videoconferencia para relatar que jamás se les impidió el acceso a la totalidad de playa. De hecho, la mujer estuvo sentada en un enclave que, pocos minutos después, quedó tapado por los escombros.

Los cálculos apuntan a que en aquel momento en Los Guíos había alrededor de 200 personas, por lo que la tragedia pudo haber sido mucho mayor. En cuanto al cartel, situado a la entrada del enclave, algunos dijeron que estaba oxidado y que solo contenía las habituales recomendaciones y una advertencia general sobre la posibilidad de que hubiese desprendimientos.

El anterior dueño de un kiosco ubicado en los alrededores declaró que cada cierto tiempo alertaba al Ayuntamiento de Santiago del Teide sobre la caída de piedras y que la respuesta invariable que recibía era que tomaban nota. Dijo que la policía acudía de forma habitual y reponía la cinta de balizamiento y que el propio alcalde se mostraba preocupado de que el cierre total afectara a los negocios.

Un asesor de Juan Gorrín negó que la playa hubiese sido declarada peligrosa, dijo que desde hacía tiempo estaban preocupados por la situación del talud y que cumplían de forma escrupulosa con lo que les indicaban los técnicos. El ayuntamiento elaboró una serie de proyectos para minimizar los riesgos, pero nunca hubo respuesta por parte de Costas ni contaron con financiación.

Un poco de historia

El 1 de noviembre de 2009, en torno a las 15:00 horas, se produjo el derrumbe parcial del talud de la playa de Los Guíos, en Los Gigantes (Santiago del Teide), causando la muerte de dos mujeres, la ciudadana británica M.O., de 55 años, y la española Vanesa A.R., de 34. En las diligencias previas, la jueza del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Arona dictó el sobreseimiento libre de la comunidad de aguas El Jurado (propietaria del canal que discurre por donde se produjo el derrumbe), del Consejo Insular de Aguas y de tres concejales. El 15 de abril de 2011 fue reabierta la playa, cerrada en dos ocasiones posteriores, la última del 5 al 8 de julio de 2014 por la presencia de dos grietas que ya existían, según determinaron los técnicos. El talud fue reparado a través de una obra realizada en dos fases.