Desde el pasado 26 de noviembre, fecha en la que se materializó la firma del acta de replanteo, comenzó la cuenta atrás de los 21 meses por los que finalmente fue adjudicada la construcción del enlace Las Chafiras-Oroteanda, en San Miguel de Abona. Sin embargo, y contrariamente a lo anunciado y esperado por las autoridades regionales, el primer movimiento vinculado a esta intervención se registró el martes pasado.

Según los datos trasladados a EL DÍA por el alcalde de San Miguel de Abona, Arturo González, varios operarios se trasladaron a la zona y estuvieron realizando las primeras mediciones. Las semanas iniciales del plazo de realización de la obra se emplearán en la delimitación del espacio objeto de los trabajos, en la acumulación de material y en la habilitación del equipamiento preciso para su desarrollo.

Cabe recordar que la obra comenzará en Oroteanda, con la construcción de las dos rotondas laterales y el puente de la autopista. La última fase será la gran rotonda que está prevista en el enlace de Las Chafiras.

El nuevo enlace de Las Chafiras tendrá la tipología de glorieta elevada sobre el tronco de la TF-1, al que salva mediante dos pasos superiores circulares. A esta glorieta se conectará la TF-65 como eje viario transversal (Los Abrigos- San Miguel), así como los dos ramales hacia Santa Cruz de Tenerife y las dos vías colectoras y distribuidoras en sentido Sur.

El nuevo enlace de Oroteanda se situará en el punto kilométrico 63,570, en la margen izquierda del Barranco de Archile. Al situarse en el lado oeste del núcleo cerrará, junto al enlace de Las Chafiras, el nuevo sistema viario de toda esta área urbana.

También se han dispuesto ramales de bypass del enlace en todos los giros a la derecha para mejorar la fluidez del tráfico entre las vías colectoras y distribuidoras y los ramales en dirección a Playa de Las Américas, al permitir que no haya que pasar por las glorietas. El coste de la obras es de 21,8 millones de euros.