Expertos ligados a la investigación académica, la política o el activismo humanitario reivindicaron hoy el papel decisivo de la educación en el combate contra la radicalización a través de internet y las nuevas estrategias de seducción del yihadismo.

Impulsada por la UNESCO, la primera edición de las jornadas "Juventud e Internet" explora hasta mañana los retos que afrontan los llamados nativos digitales frente a los peligros del extremismo online, un fenómeno que solo en Francia ha arrastrado a cerca de 1.600 individuos a la frontera siria, el doble que en el año pasado.

"No debemos librar esta batalla por la fuerza, sino a través de las ideas", aseguró la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Irina Bokova, quien apostó por el "empoderamiento educativo".

En una línea similar, los diversos ponentes subrayaron la urgencia de sensibilizar contra los mensajes extremistas a través del mismo canal que estos emplean y descartaron que internet constituya una causa de la radicalización, aunque sí ejerza de "amplificador o altavoz".

Para el director del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Hugues Mingarelli, la explicación, en un gran número de casos, reside en las condiciones socioeconómicas de quienes ceden a las redes de captación.

"Es extremadamente importante luchar contra la ignorancia, el verdadero germen de la radicalización. Internet debe servir para acercarnos y no lo contrario, debemos educar en su empleo", destacó Mingarelli, antes de recalcar la necesidad de "intensificar la cooperación" entre poderes públicos y proveedores de internet.

Un esfuerzo que, en su opinión, en ningún caso debe eclipsar el respeto por las libertades públicas y de expresión.

El experto en el islam y docente de la prestigiosa facultad de Sciences Po Gilles Kepel advirtió de que las causas sociales "no son las únicas", sino que "cuestionan el tejido conjunto de las sociedades postmodernas".

"Los medios actuales son insuficientes si queremos solucionar el problema", alertó este especialista, quien apuntó a las "víctimas de un desarraigo familiar y a los hijos de la inmigración postcolonial" como la diana predilecta de las redes de captación.

Por primera vez desde la gestación del "yihadismo profesional", en los años ochenta y en el marco de la guerra ruso-afgana, este controla "los vectores de información y propaganda", los nuevos medios y las redes sociales.

"Trabajan con simplificaciones del islam, con vídeos llenos de referencias a series como Juego de Tronos o videojuegos como Assassin''s Creed y en un discurso próximo al de la extrema derecha", argumentó el experto, para quien el análisis de la radicalización online debe centrarse en los contenidos y sus medios de difusión.