¿Cómo se sentiría alguien sometido a un conjunto de estrictas normas al enfrentarse a un ambiente totalmente liberal? ¿Y si alguien que aboga por la ausencia obligaciones tuviera que convivir en un ambiente de un estricto código de comportamiento? Estas dos realidades enfrentadas se presentan este viernes en Cuatro a partir de las 21.30 en una nueva entrega del ''reality'' de la cadena de Mediaset, ''Me cambio de familia''.

Las vidas de ambas protagonistas y el ambiente en que conviven distan mucho uno del otro. Para Carina (Inca, Mallorca), lo más importante es que sus hijos, ya en la veintena, no se vean sometidos a ningún tipo de norma mientras les sea posible. Buena muestra de ello son los tatuajes y ''piercings'' que luce una de sus hijas o la costumbre de su hijo desempleado de levantarse cerca del mediodía.

Sin embargo poco tiene que ver con Carina la otra protagonista, Azucena, una española convertida al Islam al casarse con su marido palestino para quien lo más importante es educar a su hija Sandy bajo las normas del Corán.

Mientras Carina entiende que lo mejor para su familia es vivir con las menores normas de convivencia posibles, Azucena no entiende su vida sin un encorsetado orden basado en la ortodoxia con la que interpreta su religión. Estas dos realidades antagónicas darán lugar a tensas situaciones en las que Carina se sentirá atrapada en su propia casa y, por el contrario, Azucena se enfrentará a un ambiente desconocido para ello marcado por la extroversión y el libertinaje. Dos formas antagónicas de entender la vida que con el cambio de familia acentuarán sus diferencias.