Me conmueve caminar difuminada e inmersa en el paisaje de miles de personas, con mi cámara en la mano, e identificar entre la marea humana ese rostro que no te deja indiferente. No importa la edad, ni la talla más amplia, o una delgada silueta, sino la expresión femenina, es lo que me interesa". Son palabras de Florentina Fuentes, quien define así su búsqueda de la imagen perfecta para el objetivo de su cámara. Esta fotógrafa tinerfeña comenzó a desarrollarse en este ámbito creativo en plena adolescencia, hecho que vio culminado en unas excavaciones arqueológicas, en Gran Canaria, después de licenciarse en Historia, con la especialidad de Arqueología. "Al final de cada jornada en aquella necrópolis canaria, me dirigía a tomar fotos del yacimiento, en blanco y negro, para después colorearlas con acuarelas, consiguiendo mi primer premio fotográfico", recuerda Florentina, quien reconoce el gran avance de la tecnología a través de la fotografía digital.

Se especializó en la imagen de mujeres en su trabajo, siendo las féminas, protagonistas de incontables impresiones expuestas en Canarias, Barcelona y Portugal. La Sala Conca en La Laguna, exhibe regularmente las imágenes de F. Fuentes, que participa también en exposiciones colectivas. "La mujer es más expresiva que el hombre en su naturaleza, en mi opinión, y sintetiza a través de sus ojos, sus brazos y manos, un mensaje que proviene del lenguaje corporal e interno, con el cual me veo reflejada y empatizo fácilmente. Lo femenino a veces sugiere carencia de autoestima, y me conecta con un océano en el que mujeres van y vienen con su soledad, su abandono físico, que me inspira retratar". Entre múltiples anécdotas con su cámara, subraya el encuentro con una mujer de rostro y cabello delineado con un estilo gótico imponente, a la que solicitó una fotografía y le fue denegado. "Son retratos perdidos, pero no olvidados. En la vida, a veces decimos, sí, demasiado pronto, y decimos, no, demasiado tarde. La mujer siempre está presente y capto su alma en lo atemporal, extrayendo imágenes fuera del tiempo, en momentos espontáneos. La mujer real, haciendo un master vital, en una construcción interior que se refleja en el exterior, manifestando esta energía, en una imagen".

Desiree Dolron es un icono en cuanto a técnica entre pintura y fotografía se refiere en Holanda. Conjuga un aspecto de edición y luz, que pareciera un trabajo medieval, y muy admirada por Florentina, que recuerda con cariño, a otros fotógrafos como Jan Saudek, Javier Vallhonrat, Joan Fontcuberta y al emblemático Robert Kincaid, inspirador de "Los Puentes de Madison". "Constancia, equilibrio, confianza, son esenciales para dar el máximo de uno mismo, en el camino personal de un fotógrafo, que ha de explorar hasta el final. Desde un simple teléfono móvil a la cámara más sofisticada, lo que cuenta es la historia que hay detrás de cada personaje retratado, y lo que somos capaces de captar. La tecnología es una herramienta a integrar, sin dejar atrás la clave intimista del toque en blanco y negro". Fuentes alude a los paisajes naturales abiertos, como playas, cielos, tomas panorámicas en su etapa actual, y declara como trabajos a futuro que "retratar a mujeres del mundo en su cotidianidad y su visión interna de su condición social; y recoger en series a escritores y artistas con intenso bagaje cultural, supondría la realización de un sueño que anhelo materializar".