La campaña de observación de la red de gravimetría realizada del 23 de septiembre al 4 de octubre de este año en unos veinte puntos de Tenerife no ha detectado cambios significativos en el campo gravitatorio, asociados a procesos volcánicos.

Así lo ha manifestado el investigador del Instituto Geográfico Nacional Sergio Sainz, quien explicó que el hecho de que no haya cambios significativos no quiere decir que no puedan producirse fenómenos asociados a la actividad volcánica de la isla.

Y pueden producirse en cualquier momento porque Tenerife es una isla con volcanismo activo, tal como muestra el estudio de la actividad histórica y los depósitos de las erupciones más recientes.

La red de gravimetría comenzó a establecerse en 2004, después de que en Tenerife se detectasen por primera vez señales sísmicas de origen volcánico.

La red de vigilancia por técnicas gravimétricas que en la actualidad reobserva el Instituto Geográfico Nacional comenzó a establecerse en 2004, después de que en Tenerife tuviera lugar una intensa serie sísmica localizada al sur de Icod (hasta 500 eventos localizados en un mes) alguno de los cuales fue sentido por la población provocando una gran alarma.

A raíz de esa "crisis", que muchos investigadores han interpretado en términos de reactivación volcánica, en junio de 2004 el Instituto Geográfico Nacional asumió la responsabilidad de la vigilancia volcánica en todo el territorio nacional, comenzando sus labores de diseño e instalación de una completa red de vigilancia volcánica multidisciplinar y cuyo objetivo es la detección de precursores de actividad volcánica.

Una de esas nuevas técnicas fue la de gravimetría, que ya empleaban otras instituciones científicas como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y que desde 2008 desarrolla el Instituto Geográfico Nacional.

Lo que controla esta red, en dos campañas al año en situación de "actividad normal", es la variación temporal de la atracción ejercida entre las masas del subsuelo sobre un aparato llamado gravímetro.

A partir de esas variaciones se pueden seguir los movimientos de material bajo superficie. En caso de "alerta" esta red sería reobservada con la frecuencia necesaria, indicó Sergio Sainz.

Desde que se ha instalado esta red no se han visto cambios significativos, si bien durante los primeros años (2004-2006) se registraron algunos indicios que se cree que fueron debidos a la migración de fluidos desde la parte norte de la isla hacia el sur, señaló Sergio Sainz.

Como parte de esta red el Instituto Geográfico Nacional dispone de un gravímetro que realiza medidas en continuo durante todos los días del año y que registra las variaciones de campo gravitatorio en el entorno próximo al Teide.

Sergio Sainz dijo que este instrumento lleva un año en funcionamiento y está en periodo de calibración, pues los datos de gravedad no serán interpretables en términos de variaciones de masa hasta que no transcurra un largo periodo de tiempo.

Los objetivos que se buscan con ese gravímetro de registro continuo son los de obtener un modelo preciso de la marea terrestre en Tenerife, estudiar los posibles cambios de masa o densidad en el subsuelo e interpretarlos de manera conjunta con el resto de señales recogidas en la isla por parte del Instituto Geográfico Nacional.

Además de estos trabajos el Instituto Geográfico Nacional realiza campañas de control de deformaciones, así como de geoquímica y de potencial espontáneo, entre otras, para estudiar la actividad volcánica de la isla.