Más reciclaje que permita pagar menos tasas de basura y que, al mismo tiempo, genere empleo. Ese es el plan sobre el que viene trabajando durante las últimas semanas el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Aguas y Seguridad del Cabildo de Tenerife, José Antonio Valbuena, a través de la denominada "recogida puerta a puerta".

El ejemplo es el de ciudades europeas como Múnich, Bruselas o Milán, así como el de algunas españolas. "Al ciudadano se le provee de una serie de cubos donde podrá separar en su propia casa los distintos residuos", indica el político socialista sobre las cinco fracciones entre las que se tendrá que distinguir: materia orgánica, envases ligeros, papel y cartón, vidrio y el llamado "rechazo" -lo que no se puede reutilizar-.

Aunque Tenerife está hoy en torno a un 20% de reciclaje, Valbuena se refiere a cifras mucho más altas: "Si logramos que ese 20% crezca a un 70-80% se necesitará más gente para tratar ese otro porcentaje de residuos", plantea en referencia al empleo verde.

La idea es que el proyecto se realice a través de los ayuntamientos, con los que el Cabildo ya se está reuniendo y que son los que tienen las competencias para recoger la basura, por la que los vecinos pasarían a pagar menos. ¿Por qué? "Por una razón sencilla: los ayuntamientos pagan sobre todo en función de la basura todo en uno que tiran, porque de ella muy poca tiene un rendimiento económico", apunta el también vicepresidente tercero, antes de precisar que el ahorro sería resultado de una cadena: "Los vecinos pagan al ayuntamiento y este paga al PIRS".

Pese a todo, la recogida selectiva puerta a puerta (PAP) presenta algunas dificultades, como es su aplicación en núcleos de población dispersos o en zonas de viviendas unifamiliares o adosados. Para ese caso, la previsión del Cabildo es establecer un calendario de recogida de residuos a través del que los distintos hogares saben que determinados días de la semana pasará alguien por la puerta a recoger la basura.

Según afirma Valbuena, a través del PAP "no será necesario hablar de cosas que han estado sobre la mesa como es la incineradora", de la que dice estar "totalmente en contra". Y es que su planteamiento es aprovechar la "tregua" demográfica y de generación de basura que ha recibido la Isla para poner en marcha este otro sistema.