El Programa de Vigilancia Sanitaria del Agua de Consumo Humano de Canarias señala la existencia de dos restricciones de uso del agua de abasto público por incumplimientos de los criterios de calidad en la Isla de Tenerife: el exceso de flúor, que aún afecta a zonas de nueve municipios, y el exceso de nitratos, que solo se produce en el Puerto de la Cruz. Para reducir la cantidad de flúor en el agua se han ejecutado varias inversiones importantes y hay más actuaciones en marcha. Sin embargo, el problema de los nitratos en la parte baja del Valle de La Orotava, que el Plan Hidrológico de Tenerife reconoce desde los años 90 del siglo XX, no tiene una solución planificada al menos hasta 2025. Y el objetivo del plan es resolver el problema en 2027.

La vigente restricción de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias señala que el agua de la red pública no puede ser usada para beber, cocinar ni preparar alimentos destinados a embarazadas y bebés menores de tres meses en parte del casco del Puerto de la Cruz, el barrio de Punta Brava y la Urbanización Guacimara.

Salud Pública no facilita información más detallada sobre la restricción, pese a su indudable interés público, e insta a los ciudadanos a que pidan información más concreta a la empresa gestora del servicio de aguas. Literalmente, Salud Pública indica en su web que "para conocer la situación particular de cada edificio o vivienda conectados a la red de distribución pública tendrá que ponerse en contacto con el gestor correspondiente", en este caso Aqualia.

El consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife, Manuel Fernando Martínez (PSOE), asegura a EL DÍA que "la situación de los nitratos en la actualidad parece compensada entre la actividad agrícola y la que proviene de la actividad urbana -aguas residuales que se vierten al subsuelo sin tratar-. No obstante, como medida de mejora en el horizonte de las actuaciones del Plan Hidrológico de Tenerife para 2025, se prevé una desalinizadora de agua salobre en la zona de La Vera. Esta actuación supondría la reducción de los nitratos en las aguas de pozos para abasto del Puerto de la Cruz".

El edil de Servicios Generales del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, Ángel Montañés (PP), recalca que los niveles de nitratos "no son algo alarmante", pese a la restricción existente, y sostiene que los incumplimientos están "muy cerca del límite permitido".

"En otros países los límites son más elevados y con nuestros parámetros no existirían restricciones, por lo que la población no debe alarmarse", subraya el edil.

Montañés indica que la inversión prevista en la desalinizadora de La Vera -en 2025- es de "unos 14,4 millones de euros" y advierte que la ejecución de esta obra podría encarecer notablemente el coste del agua de consumo en la ciudad turística. A juicio del edil, lo más importante es seguir en la línea de reducir el uso de productos agrícolas que aumenten la contaminación por nitratos y, sobre todo, avanzar en la ampliación de la red de saneamiento del Valle de La Orotava, ya que las aguas fecales son una parte importante del problema.

En el año 2000 se declaró el acuífero de la costa del Valle de La Orotava como "zona vulnerable a la contaminación por nitratos", sin embargo, el propio Plan Hidrológico de Tenerife plantea la necesidad de solicitar una prórroga hasta 2027 para el cumplimiento de "los objetivos medioambientales relativos al estado químico de la Masa Costera del Valle". Prórroga que deberá ser revisada en 2021 "con los nuevos datos disponibles".

Evaluación de tendencias

El Plan Hidrológico de Tenerife, aprobado de forma definitiva en mayo de 2015, señala que "para la masa costera del Valle de La Orotava, la única que ha sido calificada en mal estado como consecuencia de la elevada concentración en nitratos de sus aguas, se ha establecido la tendencia de los últimos diez años (2000-2010)". Y detalla: "Durante la década de los noventa la concentración de nitratos en el acuífero costero del Valle mantuvo una tendencia creciente, sin embargo a partir del año 2001 se observa cierta estabilización, que se presume que obedece a la puesta en práctica del código de buenas prácticas agrarias y, en menor medida, a las mejoras en los sistemas de saneamiento y depuración". El plan reconoce que "a medio plazo no es previsible que se invierta la tendencia, ya que aunque continúen tomándose medidas para reducir la entrada de nitratos al acuífero los periodos de recuperación son largos, básicamente por dos circunstancias: el gran volumen de agua afectada por la contaminación y porque se requiere una cuantía de recarga considerable, directa o de zonas limítrofes, con bajo contenido en nitratos que ayuden a rebajar la concentración".

Sin reducción en 10 años

El Plan Hidrológico confirma que "persisten los problemas de contaminación en la Masa Costera del Valle, lo que ya motivó en 2000 su declaración como zona vulnerable a la contaminación de nitratos de origen agrario. Desde su declaración se están adoptando diversas medidas para reducir o, al menos, no empeorar su estado químico. Por este motivo, se prevé solicitar una prórroga para el cumplimiento de los objetivos medioambientales relativos al estado químico del acuífero, solicitud que se justifica en lo observado entre 2000 y 2010 (...) en el que se observa una estabilización de la concentración de nitratos pero no una tendencia, aunque sea pequeña, a su reducción. Así pues, no es posible disponer, por ahora, de elementos objetivos para determinar cuál será el periodo temporal necesario para que se inicie esa recuperación".