Los vecinos de Las Moraditas de Taco arrancaron ayer el compromiso del Gobierno canario de reabrir en un plazo de 25 días la vía que permite salir del barrio, entre las calles Chafira y Tamaduste, cerrada por unas obras del Eje Ofra-El Chorrillo que promueve el área de Obras Públicas del Ejecutivo.

Tensión inicial a la espera de los políticos entre frases como "que abran la carretera ya". Quienes viven en este núcleo del distrito santacrucero de Ofra-Costa Sur pasaron de la preocupación al alivio en minutos tras oír un anuncio: antes de que la contrata se marche y se paralicen los trabajos por trámites administrativos durante unos tres meses -a pesar del desmentido de hace apenas unos días- se reabrirá la vía para acabar con el aislamiento en la zona. Era prioritario resolver el problema del acceso y "veremos lo que queda pendiente luego", valoraron.

Una comitiva multicolor recorrió un poco antes de las cuatro de la tarde de ayer la parte de Las Moraditas "abierta en canal" por la obra que ejecutan FCC y Teno Ingenieros. Sobre cuarenta vecinos, encabezados por el presidente de la AV Nuevas Moraditas, Ramón Herrera, una decena de técnicos "de casco blanco y chaleco amarillo", así como políticos "disfrazados" entre estos últimos, caso del viceconsejero del Ejecutivo regional, Onán Cruz, y el director general de Infraestructura Viaria, Agonay Piñero. Del lado municipal, Dámaso Arteaga, concejal de Ofra. Ejerció de portavoz e intermediario y "se fajó" delante de sus vecinos, a los que lideró aunque también aguantó duras críticas.

Hubo que convencer a un vecino para que aceptara las directrices de los técnicos ante su temor de que "si llueve se inunda" su casa. Varios aparcamientos (otra de las grandes carencias) serán incorporados en línea.

Fue una reunión de segundo nivel y no de "primeros espadas" como se había anunciado. Ni el consejero Pablo Rodríguez, ni el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, estuvieron presentes. El primer regidor de La Laguna, José Alberto Díaz, había recibido un poco antes a los representantes del Gobierno de Canarias en la zona de obra correspondiente al municipio de Aguere, cerca de San Matías.

Un compromiso para recuperar accesos, resolver la red de pluviales, retirar los montones de tierra acumulada y "desenrejar" la zona en medio de un tráfico de enorme densidad. Con un pacto con los vecinos para aplazar la retirada de las vallas hasta que concluyan los trabajos. Unos días más de calvario, pero un horizonte de fin del sufrimiento. Estarán vigilantes para que "empiecen mañana (hoy)" y deberán soportar luego otro parón. Pero lo primero es lo primero.