La lluvia y el viento deslucieron los actos de la fiesta litúrgica en honor de la Patrona General de Canarias, la Virgen de Candelaria, obligando a suspender la procesión alrededor de la plaza evitando, así, el momento de su encuentro con los fieles. De hecho, la eucaristía comenzó 12 minutos tarde por la demora en la llegada de la Procesión Cívica (traslado del pendón). Cantada por el Orfeón la Paz el día en que conmemoró su primer siglo, la "Misa del centenario del Orfeón" es una obra "con tintes y tonos canarios", del güimarero Rafael Estévez y encargada "ex profeso".

Esta sociedad entregó un pergamino y la medalla de su centenario a la Patrona, que también recibió la medalla de la Misión Diocesana que le fue impuesta el año en que la imagen peregrinará, del 12 al 27 de octubre, a Santa Cruz de Tenerife y La Laguna. Con una referencia a la alusión en las redes sociales de la ausencia de la imagen del Niño Jesús del cartel anunciador de tal evento comenzó su homilía el obispo de la Diócesis, monseñor Bernardo Álvarez. "Está, aunque no se le vea", sentenció.

En lo que fue una constante alusión a la importancia de la Virgen y su rol en el acto de presentación de su hijo en el templo, a los 40 días de su nacimiento (que es lo que festejó la iglesia tal día como ayer), el obispo interrumpió su alocución en el momento en que una de las personas presentes sufrió una lipotimia.

"Este viernes, 2 de febrero, la Villa de Candelaria se ha convertido en el punto de encuentro de muchas personas que, a pesar de la lluvia y el frío, se han querido acercar hasta nuestro municipio para honrar a la Patrona en su onomástica", apuntó la alcaldesa de la Villa Mariana, María Concepción Brito. Las de este día son las fiestas esencialmente religiosas, cuyos actos se han concentrado en la Basílica.

Además de la alcaldesa y la Corporación municipal, entre las autoridades presentes estuvieron la presidenta accidental del Parlamento de Canarias, Cristina Tavío; la delegada del Gobierno, Mercedes Roldós; la consejera regional Rosa Dávila, el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y varios consejeros insulares, diputados, senadores, cónsules, alcaldes y concejales de la Isla, además de José Antonio Jarne, general jefe de la 5º Subsinspección, en representación del teniente general jefe del Mando de Canarias.

Presidenta Honoraria y Perpetua del Cabildo

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, anunció ayer "una propuesta que ha ido conquistándome en estos días con una reflexión profunda y varios sentimientos enraizados en la identidad de la Isla y sus gentes". Se trata de cambiar el Reglamento de Distinciones y Honores de la Corporación para proclamar a la Virgen de Candelaria Presidenta Honoraria y Perpetua del Cabildo de Tenerife. "Todo el que siente Tenerife ha hecho dos cosas en su vida: sentarse un día absolutamente asombrado delante de su padre Teide, gigantesco y hermoso, y ponerse de rodillas delante de la madre de todas las Islas en su templo de Candelaria, al lado de las olas (...) Canarias entera la lleva en el corazón". "Elevarla a la Presidencia de Honor del Cabildo de Tenerife es hacernos un gran honor a nosotros mismos y, sobre todo, es algo que merece la Virgen de Candelaria, que reina en el corazón de todas las Islas Canarias". El proceso lo pondrá en marcha este mes y espera imponerle el bastón de mando con motivo de la visita a la capital en octubre.