En la línea de la declaraciones realizadas por el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, en EL DÍA sobre la necesidad de incrementar los salarios el director de Cáritas Diocesana se posiciona en la misma línea. Ruiz del Castillo, advierte de que siguen atendiendo a personas que, a pesar de trabajar a jornada completa, no tienen recursos económicos para satisfacer sus necesidades básicas

Los datos macroeconómicos constatan que se ha superado la crisis económica y que, mes a mes, aumenta la generación de empleo. Sin embargo, con la crisis ha florecido la figura del "trabajador pobre", esa personas que, por ejemplo, tiene un puesto de trabajo indefinido y a jornada completa pero que, sin embargo, debe acudir a los servicios sociales o entidades como Cáritas o Cruz Roja porque, con lo que gana, no tiene suficientes recursos para satisfacer sus necesidades básicas.

El director de Cáritas Diocesana de Tenerife, Leonardo Ruiz del Castillo, destaca que la única salida de esta situación es el aumento significativo de los salarios y que, a falta de que el Gobierno de España cumpla con las exigencias de Europa y aumente el salario mínimo interprofesional hasta los 850 euros, es necesaria la implicación de los empresarios para que los sueldos no se queden en el salario mínimo.

Leonardo Ruiz del Castillo pone de ejemplo una pareja con una hija menor de diez años. Ella está en situación de desempleo y no recibe ninguna prestación. Él tiene un trabajo indefinido y cobra el salario mínimo, "lo que debería ser suficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia". Sin embargo, después de pagar el alquiler, el agua y la luz deben afrontar todo el mes con 85 euros, con los que pagar la comida, el transporte para ir a trabajar, la ropa y todos los gastos de la niña. "¿Cómo van a llegar a fin de mes solamente con lo que cuesta la compra de una semana?", se pregunta Ruiz del Castillo.

Por este motivo, el director de Cáritas Diocesana de Tenerife destaca que se debe trabajar con los empresarios para concienciarlos sobre este problema. Y es que, a su juicio, la mejora de los salarios beneficia a todas las partes: "Desde el punto de vista egoísta, si un trabajador tiene un salario decente va a consumir más y puede permitirse el lujo de gastarse algo extra, lo que es un beneficio para los demás".

La principal solución para este problema, destaca Leonardo Ruiz del Castillo, pasa, aparte de por la subida del salario mínimo interprofesional, por un acuerdo entre las empresas y las entidades públicas para incentivar la creación de empleo de calidad y mover la economía.

El director de esta entidad sin ánimo de lucro, que ejecuta en la actualidad numerosos programas de empleo dirigidos, fundamentalmente, a facilitar el acceso al mercado laboral de las personas sin ánimo de lucro, también aboga por incentivos fiscales que permitan motivar a las empresas, sobre todo las pymes.

En esta línea, asegura que no tiene justificación que una sociedad limitada, por ejemplo, deba pagar en impuestos el 35 por ciento de sus beneficios y una gran empresa solamente esté gravada con el uno por ciento.

En paralelo, es importante incidir en programas formativos para cualificar a los desempleados. En esta línea, Ruiz del Castillo pone el ejemplo de todos esos jóvenes que abandonaron sus estudios para trabajar en la construcción y que ahora, como consecuencia de la crisis del sector, están sin empleo y, lo que es más importante, sin una formación básica.