En torno a las cinco de la madrugada de ayer, el tercer día desde que comenzara al anochecer del domingo, el incendio forestal de Granadilla de Abona quedó estabilizado, empleándose a fondo el operativo este miércoles en enfriar la zona afectada para afrontar el control total. Los más de 300 efectivos que intervinieron para sofocarlo, con el apoyo esencial de cinco helicópteros (cuatro del Gobierno de Canarias y uno de la Guardia Civil), se centran actualmente en las tareas de extinción, que no concluirán hasta dentro de varias semanas. La desmovilización de estos efectivos se producirá en función del avance de las labores de control, quedando la parte final en manos de los medios del Cabildo de Tenerife.

Durante la visita realizada ayer al puesto de mando avanzado del operativo, situado en el Campamento Madre del Agua, los presidentes de Canarias, Fernando Clavijo, y del Cabildo, Carlos Alonso -acompañados por el alcalde de Granadilla, José Domingo Regalado, y las alcaldesas Agustina Beltrán (Vilaflor) y Elena Fumero (Arico), así como por el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz, y José Antonio Valbuena, consejero insular de Medio Ambiente-, conocieron que la superficie de pinar y matorral afectada por el fuego fue de 371 hectáreas, solo y exclusivamente en suelo de Granadilla de Abona, no alcanzando suelo ni de Vilaflor ni de Arico.

"No hay que lamentar desgracias humanas y no ha sido afectada ninguna vivienda", resaltó el jefe del Ejecutivo regional, quien calificó el operativo como "un éxito", señalando las características orográficas como otro factor que dificultó el control del incendio, sobre todo en el flanco este.

Carlos Alonso, presidente del Cabildo, indicó que no se conocen aún las causas del incendio, aunque, al igual que dijera horas antes el consejero insular José Antonio Valbuena, apuntó al factor humano como origen posible. En cualquier caso, explicó que es una cuestión que corresponderá analizar a la Guardia Civil, que ya tiene en marcha la investigación procedente, según Valbuena.

Alonso agradeció la colaboración del Cabildo de Gran Canaria y de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que desplegó 171 efectivos procedentes de sus bases de Tenerife, Gran Canaria y de Morón de la Frontera, cuyo teniente coronel, Isaac López, aludió a que la falta de pistas para el acceso de vehículos obligó a caminar hasta dos o tres horas para atacar las llamas "con herramientas", abriendo zanjas profundas.

En el capítulo de agradecimientos, también el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, mencionó la colaboración interadministrativa a la hora de aportar recursos para sofocar este incendio, recordando que no se precisó la intervención de los dos hidroaviones solicitados al Gobierno de España para su envío desde la península, y que no pudieron despegar por las malas condiciones meteorológicas.

Un incendio singular

El consejero insular de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, explicó que "no tenemos ningún incendio reciente con estas condiciones, en las que ha habido problemas de accesibilidad por lo escarpado del terreno, con pendientes de más del 40% y a una altitud cercana a los 2.000 metros y con vientos que imposibilitaban las tareas de extinción".

Los alcaldes

José Domingo Regalado, alcalde de Granadilla de Abona, así como Elena Fumero y Agustina Beltrán, sus homólogas de Vilaflor y de Arico, mostró "el agradecimiento al operativo por su gran profesionalidad y por haber conseguido acotar el incendio en un tiempo bastante rápido y tenerlo estabilizado".