Santa Cruz presumió ayer de su espíritu marinero en la Festividad de la Virgen del Carmen y reivindicó su mar en la resaca del fin de semana donde el Festival de Habaneras fue la antesala del Día Grande. Atrás quedaron las estampitas y las medallitas que otrora se vendían por una limosna en dos mesitas a la salida del templo de La Concepción; ahora se venden tejitas con la pegatina de la Virgen del Carmen a un euro. Pero hay cosas que no cambian, y son fieles a la tradición, como el "Ave María" de Chago Melián, y eso después de que en el momento de embarcar sonara "un disco"... "No es él", comentó como lamentándose una feligresa que había venido desde Taganana para ver el embarque. Sin embargo, el auténtico, el inconfundible Chago estaba esperando a la Reina de los Mares en la proa del correíllo "La Palma", y desde allí, con el eco de la cordillera de Anaga, cantó "Ave María".

Los cultos comenzaron a las seis con la función religiosa, presidida por Mauricio González junto a Luis Pérez, con la Coral del Círculo de Amistad XII de Enero, dirigida por Salvador Rojas, dándolo todo desde el coro del centenario templo de la Concepción. Ya, poco después de la siete de la tarde, comenzaba la procesión, que abrió una amplia representación de la Cofradía de María Esperanza Macarena y Nuestro Padre Jesús Cautivo, con hábito veraniego. Y detrás, el trono de la anfitriniona, la Virgen del Carmen, en andas sobre trono que denotan el paso de la maresía...

No faltó la representación política, con el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, a la cabeza, flanqueado por el concejal de Cultura, José Carlos Acha, y Dámaso Arteaga, de Servicios Públicos; o la responsable de Fiestas, Gladis de León, y Yolanda Moliné, de Patrimonio Histórico.

Justo detrás, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, junto a Rosa Dávila, consejera de Hacienda, y Cristina Valido, consejera de Políticas Sociales. El Cabildo tinerfeño estuvo representado por el consejero de Empleo, Leo Benjumea, y Juana María Reyes, directora insular del IASS, y Juana de la Rosa, de Voluntariado e Inclusión Social.

A los pies de la torre de La Concepción, la Banda Sinfónica de Tenerife, con Felipe Neri Gil, hizo los honores a la patrona de la gente del mar, con la interpretación coral del Círculo de Amistad XII de Enero, de Salvador Rojas, de la "Salve marinera".

Desde la plaza de la Iglesia, un monumento al Santa Cruz del ayer, la nueva capital: la remodelada plaza de España y, como entrenamiento al embarque, acceso al puerto por la "pasarela verde" que se habilitó frente al Cabildo, donde el personal de Protección Civil cuidó de limitar el paso a la feligresía que iba rumbo al puerto.

Ya en el interior del recinto portuario, a punto de embarcar, sonó la voz de Chago Melián. Dentro esperaba el presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Melchior. Unas autoridades subían para acompañar a la Virgen del Carmen, con Bermúdez al frente, mientras otras, como el presidente de Canarias, despedía ahí su tributo; eso sí, tras someterse a una sesión de selfie... En su ánimo colaborador, hasta ayudó a una señora a la que se le atascó el móvil, y que finalmente logró la imagen.

Ya en la bahía chicharrera, ¡sorpresa!, de la mano -o mejor, de la voz- de Chago Melián, en persona. Siempre emotivo "Ave María". Tras el paseo por la mar, regreso a tierra y a la parroquia de La Concepción. Allí, de nuevo, "Salve marinera", esta vez en versión instrumental, a cargo solo de la Banda Sinfónica de Tenerife. Acabó la procesión, y la fiesta se limitó a los tres ventorrillos de la plaza de la iglesia. Para la ocasión, Merche, de Redoblones, y Angelita, de El Cabito, prepararon sus exquisiteces: potas, ensaladilla, conejo en salmorejo, garbanzas, pinchos y hasta arepas de mechada... Pero no hubo verbena. Hasta el escenario de las habaneras ya estaba desmontado. No así en el Club Náutico, con DJ y baile con "Escuela de Calor". Santa Cruz se citó ayer con la tradición, confiando en la conquista del mar.