La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha dictado una sentencia por la que condena a la aseguradora SegurCaixa Adeslas a indemnizar con 18.447 euros a una paciente por las secuelas ocasionadas tras una operación de vesícula por laparoscopia en un hospital del sur de Tenerife.

En un comunicado del Defensor del Paciente se indica que con esta sentencia la Audiencia Provincial estima un recurso de apelación presentado por la afectada, E.C.M., y anula un fallo anterior dictado por el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Arona (Tenerife).

Los hechos se remontan al 25 de noviembre de 2014, cuando el Servicio Canario de la Salud derivó a E.C.M a un centro concertado del sur de Tenerife por hallarse aquejada de colecistitis litiásica (barro en la vesícula) para intervención quirúrgica programada mediante laparoscopia.

Esta técnica tiene entre otras ventajas la de que no causa prácticamente ningún perjuicio estético tras la cirugía, al tratarse únicamente de dos puntos de sutura por donde se introducen los trocares con los instrumentos de visión y de trabajo, y fue llevada al día siguiente, y dada de alta dos jornadas después.

Después de la intervención quirúrgica la paciente se encontró en mucho peor estado general que antes de la operación, pues presentaba

ictericia, dolor, náuseas y vómitos que le obligaron a acudir de nuevo al servicio de urgencias de dicho hospital el 2 de diciembre de 2014, donde tras las pruebas de imagen correspondientes, le apreciaron la vía biliar intrahepática dilatada y un clip metálico que la obstruía.

Por ello se decidió su traslado urgente a la Unidad hepatobiliar del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria en Santa Cruz de Tenerife para ser intervenida de urgencia, y se llevó a cabo una segunda intervención en este último centro hospitalario para extraer dicho objeto y reparar los daños causados mediante una cirugía mucho más agresiva.

Por ello, prosigue el Defensor del Paciente, ha quedado constatado que en la intervención quirúrgica llevada a cabo en el hospital concertado se cerró erróneamente mediante un clip metálico, la salida del conducto hepático y por ello se precisó realizar un by-pass a yeyuno (el drenaje hepático normal es en duodeno), lo que obligó a una segunda intervención reparadora, en otro hospital, mucho más agresiva, con una amplitud de la herida quirúrgica que ocasionó a la paciente una debilidad de la pared abdominal que puede precisar intervención para reparar la herniación.