Los trabajos para vallar los accesos al conocido como “mamotreto de Añaza”, la estructura del hotel que nunca se acabó de construir en esta parte del litoral de Santa Cruz , comenzaron ayer con el marcado del terreno. Desde bien temprano, operarios de la empresa Paysa, adjudicataria de las obras, procedieron a fijar el perímetro por el que discurrirá la estructura metálica que impedirá, o al menos dificultará, la entrada al edificio. En concreto, y según se puede comprobar desde la acera contigua al edificio, habrá unos treinta-cuarenta metros de separación entre el inmueble y la valla que se comenzará a instalar esta misma semana, en cuanto llegue a la zona la maquinaria pesada necesaria para acometer los trabajos. También se instalará en el exterior cartelería en varios idiomas que advierta del peligro que supone introducirse en esa zona. Esta obra de seguridad, que costará algo más de 100.000 euros y para la que ha sido necesaria la autorización del juzgado –el ayuntamiento también ha declarado la caducidad de la licencia–, había sido muy demandada desde hace años por los vecinos de Añaza, tras comprobar cómo muchas personas arriesgaban su vida subiéndose a la estructura inacabada del edificio de hormigón y bloques. Sobre este asunto, el concejal de Urbanismo de Santa Cruz, Carlos Tarife, dijo ayer estar “muy contento” de poder empezar a cumplir con una demanda vecinal “histórica” en el barrio de Añaza. “Un edificio que está desde 1973 sin ninguna protección”, recordó. “No vamos a pararnos en esto y seguiremos avanzando, dando pasos con el objetivo final de la demolición del edificio”, añadió el edil, quien sostuvo que “era de justicia” cumplir con Añaza en esta materia”. Y es que, según ha avanzado el concejal de Urbanismo en varias ocasiones, la intención última del ayuntamiento sigue siendo la demolición del inmueble. “El plan del 2013 obliga en esa zona a hacer un plan especial, y queremos ver qué pasa finalmente con el planeamiento para tomar decisiones sobre cómo afrontar ese derribo”, ha recalcado Tarife. La intención de la Gerencia de Urbanismo es que, en el nuevo PGO que se empieza a elaborar ahora, se anule ese Plan Especial, con lo que facilitaría la demolición. Cabe recordar que la edificación del hotel se inició en 1973, cuando una promotora privada solicitó al ayuntamiento una licencia de obras para construir un hotel de 741 apartamentos. El permiso fue concedido entonces de acuerdo a la legalidad vigente de aquella época y en el marco de los planes especiales de interés turístico. Sin embargo, los promotores abandonaron el proyecto en 1975, dejando el edificio en estructura tal y como se conoce hoy:un inmueble con planta en forma de Y griega, con 22 plantas de altura, sobre una superficie de 2.350 metros cuadrados y con una superficie edificada estimada de 40.000 metros cuadrados.