La patronal Fepeco ha urgido hoy a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) que realice obras en el aeropuerto Tenerife Sur, del que critica su "cochambrosa y obsoleta" terminal en un edificio "precario e insuficiente" ante las necesidades actuales.

El presidente de Fepeco Óscar Izquierdo, afirma en un comunicado que al igual que hace AENA en otros territorios, sus decisiones inversoras y ejecutoras en Tenerife no se deberían basar únicamente en números estadísticos, sino que tendrían que intervenir razones geoestratégicas y de conveniencia pública, como así hace frecuentemente en la Península.

La cochambrosa y obsoleta terminal de pasajeros T-1, insuficiente y precario edificio que no cubre las necesidades actuales de un servicio digno a los usuarios, unido a la fantasmagórica T-2, construida e inaugurada en enero de 2008, pero absurda e inexplicablemente clausurada al día siguiente de la ceremonia inaugural, con muchos millones de euros bloqueados y sin estrenar durante 10 años, por cierto, sin que nadie se percatara del tremendo disparate, son instalaciones necesitadas de actuaciones urgentes, que no pueden dilatarse en el tiempo, añade.

Advierte Izquierdo de que la situación actual es tan caótica que necesita remedios inaplazables.

El proyecto de AENA, que propone la solución de enlazar "la misteriosa T-2", todavía sin utilización, con la vieja T-1 , a la que se le supondría un proceso de rehabilitación y modernización para adaptarla a las necesidades actuales, con un edificio entre ambas que las uniría en el espacio intermedio que las separa, técnicamente parece ser suficiente para cubrir las expectativas a corto plazo de operatividad funcional en unas instalaciones correctas que corresponderían a la entidad y categoría propias de un aeropuerto, cuyas cifras de movimientos y afluencia de pasajeros lo colocan en el podio de los aeropuertos nacionales.

Izquierdo entiende que no se debe parar una obra para proyectar otra con pretendidas mejores condiciones porque "es el cuento de nunca empezar nada", pues la experiencia en Tenerife ha enseñado que cuando se utiliza este argumentario, al final ni se hace la que estaba prevista en un principio, ni nunca se ejecuta la que iba a ser mejor.

"Estamos escaldados de tantas ocurrencias, promesas y propuestas fantasmagóricas o grandilocuentes, que lo único que han servido es para perder el tiempo, bloquear, colapsar y no tener obras”, afirma.

Añade que tras muchos años de pasividad e indolencia en las autoridades locales a la hora de exigir responsabilidades y diligencia en la adecuada prestación que AENA le debe al pueblo canario y especialmente al tinerfeño, en concepto de “servicio público”, parece que ahora, por cuestiones de calendario electoral y sobre todo, por la presión de la sociedad civil, se han visto en la obligación de plantar cara al ente público.

Indica también que "la poca pericia negociadora" de los responsables públicos isleños con este monopolio semiprivatizado ha inducido a errores por excesos reivindicativos sin convicción, ni ganas.

Oscar Izquierdo considera que al final las obras no salen porque los que tienen la responsabilidad o unas veces no tienen ni proyectos, ni ideas, ni eficacia gestora o porque cuando se quiere empezar alguna "son precisamente ellos quienes impiden su ejecución con maniobras dilatorias, con ocurrencias fuera de lugar y de toda lógica, para intentar disfrazar su falta de operatividad y su nula eficiencia administradora".

"Tenerife necesita obras en sus carreteras, aeropuertos y puertos, todo lo demás son humo que se lleva el viento y no deja fertilidad económica y social alguna”, señala.