Las viviendas que el Gobierno de Canarias compró esta semana en Añaza, y que son ahora propiedad de Visocan, dejaron anoche de tener la vigilancia privada con la que contaban desde hace dos años y medio, aproximadamente. Así lo advirtió el personal de Securitas que, hasta este momento, venía prestando el servicio de vigilancia. En total, eran alrededor de quince personas que, a partir de ahora, no saben qué va a pasar con sus puestos de trabajo. "Existe preocupación", dijo uno de los afectados. "El jefe de Seguridad nos dijo en el relevo que levantáramos todas las cosas que se acababa el servicio. Y somos quince familias de las que nadie dice nada", añadió este vigilante, quien advirtió de que sin vigilancia "va a haber problemas en esos edificios".